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Padre Juan Gregorio de la Trinidad, O.D.M. María, la Vía Rápida Ediciones Magníficat CP 4478, Mont-Tremblant, Québec J8E 1A1 Canada – 2017 –
Bibliothèque et Archives nationales du Québec, 2017 ISBN 978-2-7623-2874-5 Ediciones Magníficat 1708-254-2874 Impreso en Canadá
ARÍA, Madre de Dios y Madre nuestra: He aquí sin duda, Aquella que hace pasar las etapas rápidamente y vuelve casi fácil lo que primero parecía insuperable. María es Mediadora de todas las gracias. El deseo de esta bondadosa Madre es que nos dirijamos a Ella continuamente, para poder conducirnos a Su Hijo, Jesucristo. Es todo lo que Ella pide para obrar nuestra santificación. La Santísima Virgen vino un día para explicar este secreto. «Conságrame a todos Mis hijos, decía, quiero protegerlos contra todos los asaltos del infierno, los cuales serán sin fuerza contra ellos, con tal que frecuentemente Me digan: ¡Madre mía, me entrego a Vos, guardadme! Es todo lo que pido a estos queridos hijos Míos. Y como
4 MARÍA, LA VÍA RÁPIDA premio, nunca podrán abandonar el camino de Mi Hijo. Los haré progresar en los caminos espirituales, los tomaré de la mano; soy Yo quien los haré cruzar las etapas maravillosamente. Quedarán totalmente encantados.»1 Por supuesto, debemos poner de nuestra parte con generosidad. «Ayúdate, y el cielo te ayudará.» Hay que corresponder a la gracia, y si pedimos sin cesar esta gracia a María, seremos fieles en corresponder. «Quiero obrar maravillas a favor de Mis Hijos aquí presentes, maravillas de santidad, dijo la Virgen Santísima. Abandónense entre Mis manos y renueven constantemente esta consagración de todo su ser a Jesús por Mi Corazón maternal.» La Santísima Virgen me da la seguridad de que alcanzarán una gran perfección mediante Su auxilio. La vida espiritual y todos los sacrificios que deberán hacer les serán grandemente suavizados por la ayuda de la Madre del Cielo. Quedarán sorprendidos de los progresos hechos en muy poco tiempo si recurren a Ella sin cesar. Es un gran se- —————— 1. Dado en San Jovite, el 16 de octubre de 1964.
creto: recurrir a la Santísima Virgen. Pero el mundo ignora este secreto y la misma Iglesia, a imitación de los Protestantes, quiere negarlo, sino en palabras, por lo menos en la práctica. «Se están volviendo más Protestantes que los mismos Protestantes, dice la Santísima Virgen. …Mi Hijo Me dio todo poder para ayudar a las almas, para conducirlas a Dios y hacerlas quemar todas las etapas espirituales, hacerlas cumplir el itinerario del paraíso.» ¡Qué alentador! Mis queridos hermanos y hermanas, no podrían confiar suficientemente en los designios amorosos de la Santísima Virgen, designios que tiene sobre cada uno de nosotros. Dios quiere que lleguemos a ser santos, y la Santísima Virgen nos lo confirma. Sed pues perfectos, como perfecto es vuestro Padre celestial,2 dice el Evangelio. María quiere protegernos de todos los peligros, y procurar que todos los asaltos e intentos del infierno queden infructuosos y no lleguen a nada. ¡MADRE MÍA, ME ENTREGO A VOS!... 5 —————— 2. San Mateo 5, 48
Seamos como niños pequeños entre las manos de la Santísima Virgen María. Permanezcamos en la simplicidad y la humildad; así se cumplirá la obra de Dios en nuestras almas. Sin Mí no podéis hacer nada,3 dice Nuestro Señor. Pero con la ayuda de María, es la fuerza, el poder, la santidad de Dios mismo que actuarán en nosotros. Estaremos bajo el dominio de Dios, seremos Sus pequeños instrumentos, como el artefacto de radio que se escucha no es otra cosa si no el instrumento transmitiendo la voz del que habla por el micrófono. Si estamos sincronizados con Dios, es decir, si estamos en armonía con Él, unidos a Él, llegaremos a ser estas pequeñas bocinas habilitadas para transmitir Su palabra. Es la Santísima Virgen que nos hará sumisos, dóciles, conformes a todas las voluntades divinas. Nos inspirará lo que debemos hacer. Ella nos guiará y hablará a nuestra alma: «Hijo Mío, no, no hagas tal cosa… Sí, haz tal cosa.» 6 MARÍA, LA VÍA RÁPIDA —————— 3. San Juan 15, 5
Me dirán tal vez: «Que no, no oímos nada.» ¡Claro que sí, cuántas inspiraciones! Hay que acostumbrarse a escuchar la voz de Dios. No toca necesariamente el tímpano, pero la oye el alma. ¡Cuántas inspiraciones nos da Dios cada día! Cuanto más fieles somos, tanto más fácilmente oímos estas inspiraciones. Se vuelven más y más fuertes; es la voz de Dios dentro de nosotros. Dios siempre habla lo bastante claro para el alma fiel en escucharle minuto a minuto. ¡MADRE MÍA, ME ENTREGO A VOS!... 7 ¡ Oh! ¡ Amen a la Santísima Virgen! ¡ Si supiéramos cuán bondadosa es Ella! Recen bien el rosario; pónganse bajo Su protección; nunca lo harán en vano. SANTA BERNARDITA SOUBIROUS
¿Qué hace una madre? No es de hoy que la Santísima Virgen desempeña para las almas el papel de Mediadora de todas las gracias, y que es el instrumento de Dios para santificarlas y guiarlas. Tal vez se puede pensar que es una novedad, pero en realidad, María siempre desempeñó este papel, aun para los que lo ignoraban. El libro de La Ciudad Mística4 dice incluso que «si la Santísima Virgen no hubiese intervenido entre Jesucristo y los hombres, el mundo no hubiera llegado a tener la doctrina del Evangelio, y no hubiera merecido recibirla.»5 Esto demuestra bien lo que debemos a la Madre de Dios, que intercedió en favor de la humanidad, y pues, a favor de cada uno de nosotros, aun antes de nuestro nacimiento y sin que hayamos recurrido a Ella. 8 MARÍA, LA VÍA RÁPIDA ————— 4. Vida de la Santísima Virgen dictada por Ella misma a la Venerable María de Agreda, obra que ha sido llamada por su Santidad Pio X: la Suma teológica del pueblo cristiano. 5. Ven. María de Agreda, Ciudad Mística de Dios, Tomo VI, cap. 3, No 1057.
El niño pequeñito no puede pedir a su madre de venir en su ayuda; no se da cuenta de lo que sus padres hacen por él, y no sabe apreciar su dedicación, sin embargo esta dedicación constante y escondida de los padres existe, y el niño se beneficia de ello. La misma situación existe para los humanos en relación con la Santísima Virgen. Desde que María llego a ser la Madre de Dios, ejerció Su papel de Mediadora a favor de los hombres. Ningún alma se santificó sin Su intercesión, porque de antemano, la Santísima Virgen había adoptado la humanidad entera, y siempre intercedió por cada uno de Sus hijos, aun por aquellos que no recurrieron a Ella. Una madre no espera que su hijo la llame para ir a socorrerlo. Si ve que necesita de algo, corre para ayudarle. Espontáneamente, ella remienda la ropa que desgarró. Y si percibe en alguna parte un objeto que pudiera hacerle daño, enseguida lo hace desaparecer sin que el pequeño se lo pida. ¿Que no hará, con mayor motivo, si el hijo viene a implorar su ayuda? ¿QUÉ HACE UNA MADRE? 9
«No se pueden contar, dice la Santísima Virgen, los que he rescatado del dragón infernal por haber tenido devoción hacia Mí, aun cuando no había sido más que rezar un Ave María, o pronunciar una sola palabra para honrarme o invocarme. Tan grande es Mi caridad por ellos que si Me invocarían a tiempo y de todo corazón, ninguno perecería…»6 El gran secreto Si la Santísima Virgen es tan sensible para tan pobre devoción, podemos fácilmente imaginar las maravillas que obrará en favor de los que se abandonan a Ella sin reserva y La invocan sin cesar, como Ella nos pide hacer. Este abandono entre las manos de María es la maravilla de las maravillas. No lograba captarlo pero la Santísima Virgen me lo hizo entender. «Allí está todo el secreto», dijo Ella. El secreto es de renovar esta entrega completa entre Sus manos, con una fe absoluta. Cuanto más grande será nuestra fe en la Santísima Vir10 MARÍA, LA VÍA RÁPIDA ————— 6. La Ciudad Mística de Dios, Tomo VII, cap. 15, No 301
gen, cuanto más existe esta confianza absoluta en nuestra alma, tanto más nos beneficiaremos de sus efectos. De ahí viene todo lo demás. Eso puede parecer sorprendente; sin embargo, ahí es el gran secreto de María. En la Ciudad Mística, la Santísima Virgen también dice: «El medio eficaz para salvarse y aproximarse a la recompensa (es decir la santificación) se reduce en solicitar la intercesión de Mis ruegos y clemenciay en temer con discreción los juicios del Altísimo. Quiero de nuevo que entiendas cómo, entre los secretos divinos que Mi Hijo Santísimo reveló a Juan, Su amado y el Mío en EL GRAN SECRETO 11 María es tan santa y elevada como benigna y misericordiosa con los pecadores que La invocan con un verdadero deseo de enmendarse. SAN GREGORIOVII
la noche de la Cena, uno fue que este amor lo había adquirido por el que Me tenía, y que Judas había caído por haber despreciado la piedad que Yo mostré con él…»7 He ahí un pensamiento muy fuerte: el camino de la virtud y de la santidad, se reduce, en cierto modo, en recurrir a María, Medianera de todas las gracias intercediendo por nosotros. El alma que vive habitualmente con disposiciones de entrega y de confianza absoluta a María, es enseñada maravillosamente por esta misma Madre bondadosa. Sin darse cuenta, llegará el momento en que verán todas sus ideas cambiarse, entenderán cosas que antes estaban oscuras. «No sé qué ha pasado», se dirán a sí mismos. Transformaciones interiores se operarán misteriosamente, hasta durante el sueño. Las operaciones de Dios en las almas son bien misteriosas… ¿Cómo es que a veces, de un día para el otro, sus ideas cambian, sus gustos por las cosas terrenales, carnales, se desvanecen y quedan reemplazados por una atracción hacia la virtud y las cosas santas? Es obra de la gracia. 12 MARÍA, LA VÍA RÁPIDA ————— 7. La Ciudad Mística de Dios, Tomo VI, cap. 5, No1097
Antes de obrar estas transformaciones, Dios puede, sin embargo, dejar sufrir a ciertas almas. En algunos casos se necesita bastante tiempo; ¡no se desesperen! Jamás Dios engañará el alma que ha puesto toda su confianza en Él. Si todo lo esperan de la Santísima Virgen, si todo lo esperan de Dios, lo conseguirán todo. Aunque fuese solamente cinco minutos antes de morir, serán grandes santos. Lo que importa, después de todo, es de terminar bien. Para Dios el tiempo no existe. Pensará quizás: «Son cinco años, diez años que trato de corregirme de mis defectos, EL GRAN SECRETO 13 Si perseveran hasta la muerte en la verdadera devoción a María, tengan, sin la menor hesitación, la firme confianza de que su salvación está asegurada. SAN ALFONSO DE LIGORIO
y tengo más que antes. ¡Es desesperante! Con todas sus lindas teorías de confianza absoluta en Dios, no estoy más adelantado que hace cinco años atrás.» ¡Espere! Dios ve la sinceridad de sus esfuerzos y le oirá. Es cuestión de perseverar y volver a la tarea día tras día, minuto por minuto. El camino de la perfección es como una montaña inmensa. Tratamos de subir, avanzamos un paso, retrocedemos dos… volvemos a subir… Tenemos la impresión de no conseguir nada, pero a un momento dado, Dios 14 MARÍA, LA VÍA RÁPIDA No creo que un alma pueda adquirir una unión íntima con Nuestro Señor y una perfecta fidelidad al Espíritu Santo sin una uniónmuy grande con la Santísima Virgen y una gran dependencia de Su socorro. SAN LUÍS MARÍA DE MONTFORT
nos agarra y nos pone Él mismo en la cima de la montaña. Si realmente tomamos todos los medios para corregirnos, y que a pesar de todo tenemos la impresión de no llegar a ningún lado, debemos, a pesar de todo, tener esperanza, esperar contra toda esperanza. Con esta confianza absoluta en Dios, tengan por seguro de que no se equivocarán de camino. Tengan esta certidumbre a pesar de las apariencias contrarias. La mayoría de las veces, Dios no nos deja esperar hasta los cinco últimos minutos antes de morir para transformarnos. Viene prontamente a premiar nuestra confianza y coronar nuestros esfuerzos. ¿Atajo o desvío? Algunos piensan que la devoción a María aleja de Jesucristo o que es un desvío inútil siendo que Jesucristo es el gran Mediador entre Dios y los hombres. Es conocer mal el papel de María en la economía de la salvación. Si Jesús es el Mediador entre el Padre y los hombres8, la Santísima Virgen es la ¿ATAJO O DESVÍO? 15 ————— 8. San Pablo I Tim. 2, 5: Uno es Dios, uno también el Mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo.
16 MARÍA, LA VÍA RÁPIDA ¡ Ohmi Soberana, ohmi Madre! Me entrego a Vos, ¡ guardadme!
Mediadora entre Jesús y los hombres. Sería totalmente erróneo de pensar que la devoción hacia la Virgen María nos va a alejar de Jesucristo o atrasar nuestra unión con Él. Muy al contrario. La Santísima Virgen no quiere acapararnos, impedirnos de ir a Dios. Su deseo como Su papel es de llevarnos rápidamente a Dios. En eso consiste toda Su dicha y Su razón de ser. No hay, pues, ningún peligro en recurrir constantemente a Ella, porque Se encargará personalmente de llevarnos a Su Hijo, sin desvío. Ella es el camino más corto para unirnos a Dios. Ni siquiera me atrevo a decirles todo sobre este punto… Tengo miedo de que eso pudiera incitarlos a ser perezosos… Me limitaré diciendo que al final de la cuenta, Dios sólo nos pide darnos la molestia de venir a buscar Sus gracias y ponernos en las disposiciones para que sean eficaces. Estas disposiciones se consiguen también por la oración. Si pedimos sin cesar: «Dios mío, dadme Vuestra gracia, dadme las disposiciones que me merecerán esta gracia, dadme la gracia de la fidelidad a la gracia…», entonces Dios queda atrapado para así decirlo. ¿ATAJO O DESVÍO? 17
Y lo será con mayor razón si Le rezamos por intermedio de la Santísima Virgen, Su Madre, a quien nada puede rehusar. ¿Verdadera devoción o superstición? Muchos dicen tener la devoción mariana, pero ¿en qué consiste exactamente la verdadera devoción? Simplemente, consiste en entregarse a la Santísima Virgen. Devoto quiere decir entregado. Una vez entregados a la Santísima Virgen, ¿saben lo que hace Ella con nosotros? Nos entrega a Dios, porque esta Madre bondadosa no guarda nada para Sí misma. No trata de acapararse a las almas como a menudo buscan hacerlo los humanos en su apostolado, sino que Se apresura a darnos a Dios. «A Jesús por María». Ella es el camino para llegar a Dios, y si por María no alcanzamos a Dios, nuestra devoción mariana no es auténtica. Ciertas personas desarrollan una especie de devoción sentimental: «¡Oh! ¡Cuánto amo a la Santísima Virgen!» Está bien, pero hay que probarlo. Por los seres queridos, uno se 18 MARÍA, LA VÍA RÁPIDA
dedica cuanto puede. La verdadera devoción a la Santísima Virgen debe también consistir en el sacrificio, el don de sí mismo, por la práctica de las virtudes cristianas. ¿VERDADERA DEVOCIÓN O SUPERSTICIÓN? 19 ¡ Oh María! ¿ Cómo podríais rehusar Vuestro apoyo a los miserables, cuando sois Reina de misericordia? ¿ Quiénes son objeto de la misericordia sino los miserables? Vos sois Reina de misericordia, y yo, soy el más miserable de todos los pecadores; tengo pues, el primer rango entre Vuestros súbditos, y debéis tomar cuidado de mí más que de cualquier otro. Tened pues piedad de nosotros, ¡ Oh Reina de misericordia! y velad por nuestra salvación. SAN BERNARDO
Recuerden la parábola del Evangelio: «Un hombre tenía dos hijos. Llegándose al primero, dijo: “Hijo, ve hoy a trabajar en la viña.” Él respondió: “Voy”. Pero no fue. Dirigiéndose al segundo le dio el mismo mandato. “No quiero”, respondió el. Pero después se arrepintió y fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?» pregunta Jesús.9 Con este ejemplo, Nuestro Señor quería hacernos comprender que no son sentimientos lo que Dios espera de nosotros. Es bueno tener sentimientos; ciertamente Dios no los rechaza, pero la expresión de estos sentimientos debe corresponder a una disposición del alma. Dios no Se contenta con palabras. Si Le decimos que Le amamos, espera que Se lo probemos. Asimismo por la Santísima Virgen. No tenemos una verdadera devoción hacia Ella si no cumplimos lo que es de Su agrado. Y para agradar a la Santísima Virgen, hay que agradar a Su Hijo, agradar a Dios. En el fondo, allí está la verdadera devoción. No es el que reza más rosarios y letanías, el que posee más estatuas en su casa, o 20 MARÍA, LA VÍA RÁPIDA ————— 9. Cf. San Mateo 21, 28-32
el que más visita lugares santos que tiene más devoción a la Santísima Virgen. Entiéndanme bien, es bueno rezar rosarios e ir en peregrinación, pero lo que quiero hacerles entender, es que la verdadera devoción no reside principalmente en estas cosas. Ustedes pueden hacer todo eso, cumplir todas estas cosas, y no ser verdaderos devotos de la Santísima Virgen. Lo que nos hace devotos de la Santísima Virgen, es el cumplimiento de lo que Le agrada. Cuanto más cumplimos lo que Le agrada, – por consiguiente lo que agrada a Dios – tanto más somos Sus devotos. Lo demás, no es sino medio. Tomamos de nuevo el ejemplo del rezo del rosario, admirable oración pedida por la misma Santísima Virgen: lo rezamos precisamente para obtener la gracia de agradar a Dios, para meditar la vida de Jesús y María, para aprender a conformar nuestra vida a la Suya, para asemejarnos a Ellos, imitarlos. Es la meta del rezo del rosario. La verdadera devoción a la Santísima Virgen es la que produce frutos de vida; no lo olvidemos, hermanos y hermanas. Podemos caer en la ilusión de creer que con ¿VERDADERA DEVOCIÓN O SUPERSTICIÓN? 21
ORACIÓNAMARÍA VIRGENFIEL ¡OhMaría, Madre de Jesús! Jamás rehusasteis nada de lo que Dios Os pidió. YOs pidió mucho; mucho más que a ninguna otra criatura en el mundo. Os pidió sacrificar la riqueza, la comodidad, Vuestro propio juicio, Vuestra voluntad, Vuestro Corazón. Siempre dijisteis: «Sí, Dios Mío, hágase enMí según Vuestra palabra.» Tal ha sido Vuestra respuesta, siempre. Entonces, el Espíritu Santo Os colmó de sabiduría sobrenatural, de fuerza divina: vivisteis santamente, perfectamente como Vuestro Hijo Jesús. ¡OhMaría! Nosotros también, tenemos que dar mucho a Dios, si queremos vivir en gracia con Él y estar unidos con Él en el cielo. Rogad por nosotros, Virgen fiel: por nosotros pobres humanos, tan cobardes y tan tímidos ante la Cruz: Rogad para que generosamente, aceptemos lo que Dios nos pedirá durante este día, durante este mes, ¡durante toda nuestra vida! ¡No queremos otra cosa! Amén.
rosarios, con estatuas y con imágenes, procesiones, rosarios, medallas y escapularios, ¡ya está! tenemos la verdadera devoción. Todos estos signos exteriores de piedad, sin la conformidad a las voluntades de la Santísima Virgen y de Su Hijo son falsa devoción. Es por esta razón que la devoción mariana fue tan denigrada. Es uno de los motivos por los cuales los Protestantes le tomaron aversión; vieron que por muchos cristianos, esta clase de devoción no producía nada. Era una devoción estéril. No todo el que dice: ¡Señor, Señor! entrará en el Reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de Mi Padre, que está en los cielos,10 dice Jesús en el Evangelio. No son palabras, consideraciones, exclamaciones que Dios espera de nosotros, sino actos. Eso no quiere decir, por supuesto, que no debemos tener impulsos de amor hacia el cielo. Sin duda hacen falta, pero eso no es todo. En la vida familiar, por ejemplo, hay intercambios afectuosos entre padres e hijos, entre el esposo y la esposa, pero la vida no está sólo en eso. Si el uno o el otro se limitaba ¿VERDADERA DEVOCIÓN O SUPERSTICIÓN? 23 ————— 10. San Mateo 7, 21
en muestras de ternura, descuidando por otra parte sus deberes primordiales, como de proveer a las necesidades de la familia, prestar servicios, los cónyuges, los hijos no creerían por mucho tiempo en este amor, y con razón. Entendemos estos ejemplos muy humanos. Dios ha creado toda la vida natural como figura de lo que se produce en el ambiente divino. Así, Dios recibe nuestros impulsos, nuestras palabras de amor; de ningún modo debemos descuidarlos. Desde siempre, los maestros espirituales enseñaron que nuestra vida espiritual debe tener un lado afectivo. Este corazón que Dios nos ha dado, todo este cariño de nuestro corazón debe ser orientado hacia Dios; pero palabras de amor sin los actos correspondientes, es pura ilusión; es engañarse a sí mismo. ¿Hacemos lo necesario para ser verdaderos devotos de María? Para serlo verdaderamente, lo terrenal, hermanos y hermanas, ya no debería contar más para nosotros. Tal cosa agrada a Dios, se cumple; ya no importa el universo entero. Sí, se lo repito, hacen falta los gestos de amor; son más o menos como dos piedras que al frotarlas una 24 MARÍA, LA VÍA RÁPIDA
¿VERDADERA DEVOCIÓN O SUPERSTICIÓN? 25 En los peligros, en las angustias, en las dudas, piensen en María, invoquen a María. Ténganla siempre en los labios, siempre en el corazón, y para obtener el sufragio de Su oración, no dejen de seguir el ejemplo de Su vida. Mientras se sigue a Ella, no se desvía; mientras se ruega a Ella, no se desespera; mientras se piensa en Ella, no se puede errar. Con Su apoyo, no se puede caer; bajo Su protección no hay temor; bajo Su conducta, nadie se cansa, con Su favor todo se logra… SAN BERNARDO contra la otra hacen prender el fuego. Pero una vez encendido el fuego, hay que entretenerlo, sino se apaga. Ahora bien, el combustible que entretiene la llama del amor de Dios, son todos los actos que cumplimos para agradar a Dios, para obedecerle. En
eso es que se encuentra la verdadera devoción a la Santísima Virgen. Jesús y María no son sino uno; los que quisieron separarlos nada entendieron. No se puede separar a un hijo de su madre, a una madre de su hijo. María no es sino uno con Su Hijo en la Obra de la Redención, y por eso quiso llamarse Nuestra Señora de la Salvación, Madre de la Salvación. La Salvación, era Jesús; Jesús quiere decir Salvador. Ella es la Madre del Salvador. Es lo que significa: Madre de la Salvación. Por eso nuestra salvación es inseparable de María. Estamos verdaderamente en la doctrina sana asociando a Jesús con María, a María con Jesús. La devoción a María consiste pues, en el cumplimiento de Sus voluntades, por consiguiente, de las voluntades de Dios. También, no lo olvidemos, en el recurso incesante a Ella. En toda circunstancia, hermanos y hermanas, recurramos a María. En nuestras tentaciones, nuestras penas, nuestros trabajos, pidamos Su ayuda, pidámosle la fuerza de cumplir lo que Dios espera de nosotros. En vez de rumiar nuestros despechos de amor propio herido, nuestras decepciones, nuestros sufrimientos de toda clase, digá26 MARÍA, LA VÍA RÁPIDA
mosle de inmediato, como Ella lo pidió: ¡Madre mía, me entrego a Vos, guardadme! Y el socorro vendrá, maravillosamente. En nuestras caídas, recurramos al Corazón misericordioso de María para que nos obtenga de Dios el perdón así como gracias nuevas. La bondad de María nuestra Madre no tiene límites; si recurrimos a Ella, nos conducirá seguramente, no solamente hacia el cielo, sino hacia la santidad. En sus obras, San Luís María de Montfort habla de todas las maravillas que se deben cumplir por la devoción mariana en la vida de un cristiano. Esta devoción debe efectuar transformaciones extraordinarias, milagrosas, mágicas. El verdadero devoto de María, ya no sólo anda en el camino de la perfección, sino que vuela, tiene alas. Un recurso constante a Maríaen todas cosas, el esmero en imitar Sus virtudes, y el abandono entre Sus manos de todos nuestros intereses espirituales y temporales, he ahí, al fin y al cabo, todo lo que pide la Santísima Virgen para realizar la santificación de Sus hijos. «Como en el orden de la naturaleza hay operaciones que se hacen a poca costa y ¿VERDADERA DEVOCIÓN O SUPERSTICIÓN? 27
28 MARÍA, LA VÍA RÁPIDA ¡ Oh María! no hay faltas por numerosas que sean, para sobrepasar los límites de Vuestro poder y bondad. Nada resiste a Vuestro poder, porque Vuestro Creador y nuestro considera el honor Vuestro como siendo el Suyo, y juzga honrarse a Sí mismo honrando a Su Madre; además, lo hace con extrema alegría: como si al cumplir Vuestros ruegos, pagaría una deuda. SAN JORGE DE NICOMEDIA
con facilidad, escribe San Luís María de Montfort, asimismo en el orden de la gracia hay secretos que se ejecutan en poco tiempo, con dulzura y facilidad, operaciones sobrenaturales y divinas que consisten en vaciarse de sí mismo y llenarse de Dios, y lograr así la perfección. La práctica que quiero enseñar es uno de estos secretos de la gracia, desconocido de la mayor parte de los cristianos, conocido por pocos devotos, practicado y gustado por aún menos.»11 ¿De dónde viene que en la práctica, encontramos en tan pocas almas estos frutos de transformación espiritual? Se han visto personas muy piadosas que en realidad no se mejoran mucho; se quedan siempre con sus mismos defectos. Quizás ustedes mismos, hermanos y hermanas, que desde años pretenden ser devotos de la Santísima Virgen, grandes siervos de María, ¿posiblemente encuentran que no hubo mucho cambio en sus vidas?... Es porque su devoción no ha sido bastante verdadera. No están sin saber que se debe tener el valor de emprender su ¿VERDADERA DEVOCIÓN O SUPERSTICIÓN? 29 ————— 11. Tratado de la Verdadera Devoción a María, cap. 2, No 82.
30 MARÍA, LA VÍA RÁPIDA propio juicio. La gran mayoría de las almas quieren entretenerse en la ilusión, engañarse a sí mismo. Pero si queremos realizar algo, hay que tener el valor de encarar la verdad. No ha de apoyarse uno en su industria, o en sus talentos naturales, o en su crédito o en la autoridad de los hombres, dice San Luís María de Montfort; hay que recurrir a María y apoyarse únicamente en Su socorro.12 ————— 12. El Secreto de María, No71.
Índice ¿Qué hace una madre? . . . . . . . . . . . . . . . . .8 El gran secreto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .10 ¿Atajo o desvío? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .15 ¿Verdadera devoción o superstición? . . . .18
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