gen, cuanto más existe esta confianza absoluta en nuestra alma, tanto más nos beneficiaremos de sus efectos. De ahí viene todo lo demás. Eso puede parecer sorprendente; sin embargo, ahí es el gran secreto de María. En la Ciudad Mística, la Santísima Virgen también dice: «El medio eficaz para salvarse y aproximarse a la recompensa (es decir la santificación) se reduce en solicitar la intercesión de Mis ruegos y clemenciay en temer con discreción los juicios del Altísimo. Quiero de nuevo que entiendas cómo, entre los secretos divinos que Mi Hijo Santísimo reveló a Juan, Su amado y el Mío en EL GRAN SECRETO 11 María es tan santa y elevada como benigna y misericordiosa con los pecadores que La invocan con un verdadero deseo de enmendarse. SAN GREGORIOVII
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