Y lo será con mayor razón si Le rezamos por intermedio de la Santísima Virgen, Su Madre, a quien nada puede rehusar. ¿Verdadera devoción o superstición? Muchos dicen tener la devoción mariana, pero ¿en qué consiste exactamente la verdadera devoción? Simplemente, consiste en entregarse a la Santísima Virgen. Devoto quiere decir entregado. Una vez entregados a la Santísima Virgen, ¿saben lo que hace Ella con nosotros? Nos entrega a Dios, porque esta Madre bondadosa no guarda nada para Sí misma. No trata de acapararse a las almas como a menudo buscan hacerlo los humanos en su apostolado, sino que Se apresura a darnos a Dios. «A Jesús por María». Ella es el camino para llegar a Dios, y si por María no alcanzamos a Dios, nuestra devoción mariana no es auténtica. Ciertas personas desarrollan una especie de devoción sentimental: «¡Oh! ¡Cuánto amo a la Santísima Virgen!» Está bien, pero hay que probarlo. Por los seres queridos, uno se 18 MARÍA, LA VÍA RÁPIDA
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