ARÍA, Madre de Dios y Madre nuestra: He aquí sin duda, Aquella que hace pasar las etapas rápidamente y vuelve casi fácil lo que primero parecía insuperable. María es Mediadora de todas las gracias. El deseo de esta bondadosa Madre es que nos dirijamos a Ella continuamente, para poder conducirnos a Su Hijo, Jesucristo. Es todo lo que Ella pide para obrar nuestra santificación. La Santísima Virgen vino un día para explicar este secreto. «Conságrame a todos Mis hijos, decía, quiero protegerlos contra todos los asaltos del infierno, los cuales serán sin fuerza contra ellos, con tal que frecuentemente Me digan: ¡Madre mía, me entrego a Vos, guardadme! Es todo lo que pido a estos queridos hijos Míos. Y como
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