¡Para la preservación del Depósito de la Fe!

¡Para que venga el Reino de Dios!

MAGNIFICAT

La Orden del Magníficat de la Madre de Dios tiene como fin particular la conservación del Depósito de la Fe mediante la enseñanza religiosa en todas sus formas. Dios la ha establecido como «un baluarte ante la apostasía casi general» que ha invadido la cristiandad y en particular la Iglesia romana.

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Ofrenda del día de Santa Teresita del Niño Jesús

Santa Teresita reza ante Jesús en la Hostia
Para ofrecer y santificar por adelantado nuestros pensamientos, palabras y acciones para el día.

Dios mío, Os ofrezco todas las acciones que haré hoy, por las intenciones y la gloria del Sagrado Corazón de Jesús. Quiero santificar los latidos de mi corazón, mis pensamientos y mis obras más sencillas uniéndolos a Sus méritos infinitos, y reparar mis faltas arrojándolas al horno de Su amor misericordioso. ¡Oh, Dios mío! Os pido para mí y para los que me son queridos la gracia de cumplir perfectamente Vuestra santa voluntad, de aceptar por Vuestro amor las alegrías y las penas de esta vida pasajera para que un día nos reunamos en el Cielo por toda la eternidad. Amén.

(Oración compuesta por Santa Teresa del Niño Jesús)

«Dios mío, Os ofrezco todas las acciones que voy a realizar hoy, por las intenciones y por la gloria del Sagrado Corazón de Jesús; quiero santificar los latidos de mi corazón, mis pensamientos y mis obras más sencillas uniéndolos a Vuestros méritos infinitos, y reparar mis faltas arrojándolas al horno de Vuestro amor misericordioso. ¡Oh, Dios mío! Os pido para mí y para los míos la gracia de cumplir perfectamente Vuestra santa voluntad, de aceptar por Vuestro amor las alegrías y las penas de esta vida pasajera para que un día nos reunamos en el Cielo por toda la eternidad. Amén.»

(Oración escrita por Santa Teresa del Niño Jesús)

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Señal de la Cruz

En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre de Dios. Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Jesús! Vamos a caminar con Vos por el camino del calvario que fue tan doloroso para Vos. Háganos comprender la grandeza de Vuestros sufrimientos, toque nuestros corazones con tierna compasión al ver Vuestros tormentos, para aumentar en nosotros el arrepentimiento de nuestras faltas y el amor que deseamos tener por Vos.
Dígnaos aplicarnos a todos los infinitos méritos de Vuestra Pasión, y en memoria de Vuestras penas, tened misericordia de las almas del Purgatorio, especialmente de las más abandonadas.

Oh Divina María, Vos nos enseñasteis primero a hacer el Vía Crucis, obtenednos la gracia de seguir a Jesús con los sentimientos de Vuestro Corazón mientras Lo acompañabais en el camino del Calvario. Concédenos que podamos llorar con Vos, y que amemos a Vuestro divino Hijo como Vos. Pedimos esto en nombre de Su adorable Corazón. Amén.