¡Para la preservación del Depósito de la Fe!

¡Para que venga el Reino de Dios!

MAGNIFICAT

La Orden del Magníficat de la Madre de Dios tiene como fin particular la conservación del Depósito de la Fe mediante la enseñanza religiosa en todas sus formas. Dios la ha establecido como «un baluarte ante la apostasía casi general» que ha invadido la cristiandad y en particular la Iglesia romana.

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A San José para obtener una ardiente caridad

San José
San José era un ser amoroso para Jesús y María. Pidámosle que nos obtenga la gracia de la perfecta caridad.
Oh Serafín de Amor, glorioso San José, en todas las virtudes eres grande, pero en el amor de Jesucristo eres incomparable. Siempre ver a Jesús, siempre pensar en Jesús, siempre trabajar para Jesús, siempre hablar de Jesús o con Jesús! Oh, ¿qué ardor, qué transporte de amor, no debe haberse encendido en tu alma la conversación de este adorable Hijo? Bendito José, compartimos tu felicidad, pero, por desgracia, no compartimos tu amor. ¿No es este mismo Jesús, este Jesús tan bueno, tan amoroso, que viene a unirse a Sí mismo, de corazón a corazón, con nosotros en el Sacramento de Su Amor? Y sin embargo nuestros corazones no sienten nada, no Le dicen nada; tanto amor no nos inspira ni transporte, ni celo, ni fervor. Oh, José, que sólo María supere en amor, haz que cese tan funesto prodigio. Jesús no puede rechazar nada a vuestra ternura; por lo tanto, pedidle por nosotros, no por nuestra salud, ni por los bienes de la tierra, sino sólo por Su Amor y Su más puro Amor. Amén.

Compartir con los tuyos

Señal de la Cruz

En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre de Dios. Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Jesús! Vamos a caminar con Vos por el camino del calvario que fue tan doloroso para Vos. Háganos comprender la grandeza de Vuestros sufrimientos, toque nuestros corazones con tierna compasión al ver Vuestros tormentos, para aumentar en nosotros el arrepentimiento de nuestras faltas y el amor que deseamos tener por Vos.
Dígnaos aplicarnos a todos los infinitos méritos de Vuestra Pasión, y en memoria de Vuestras penas, tened misericordia de las almas del Purgatorio, especialmente de las más abandonadas.

Oh Divina María, Vos nos enseñasteis primero a hacer el Vía Crucis, obtenednos la gracia de seguir a Jesús con los sentimientos de Vuestro Corazón mientras Lo acompañabais en el camino del Calvario. Concédenos que podamos llorar con Vos, y que amemos a Vuestro divino Hijo como Vos. Pedimos esto en nombre de Su adorable Corazón. Amén.