¡Para la preservación del Depósito de la Fe!

¡Para que venga el Reino de Dios!

MAGNIFICAT

La Orden del Magníficat de la Madre de Dios tiene como fin particular la conservación del Depósito de la Fe mediante la enseñanza religiosa en todas sus formas. Dios la ha establecido como «un baluarte ante la apostasía casi general» que ha invadido la cristiandad y en particular la Iglesia romana.

Si no encuentra lo que busca,
puede enviar un correo electrónico:
apotres@magnificat.ca

Oración de reparación a la Santa Faz

Santa Faz de Jesús
La víspera de la apertura de la Cuaresma se dedica a venerar a la Santa Faz de nuestro Salvador, en reparación de las blasfemias, impiedades y sacrilegios de los que está más que nunca afligido.

Os saludo, Os adoro y Os amo, oh Rostro adorable de Jesús, mi Salvador, una vez más cubierto de escupitajos e insultos por los blasfemos, y Os ofrezco, por medio del Corazón Inmaculado de María, como incienso y aroma de perfume, los tributos de los ángeles y de los santos, rogándoos humildemente, oh Jesús, por la virtud de Vuestra santa Faz, que reparéis y restauréis en mí y en todos los hombres Vuestra imagen desfigurada por el pecado. Amén.

Compartir con los tuyos

Señal de la Cruz

En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre de Dios. Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Jesús! Vamos a caminar con Vos por el camino del calvario que fue tan doloroso para Vos. Háganos comprender la grandeza de Vuestros sufrimientos, toque nuestros corazones con tierna compasión al ver Vuestros tormentos, para aumentar en nosotros el arrepentimiento de nuestras faltas y el amor que deseamos tener por Vos.
Dígnaos aplicarnos a todos los infinitos méritos de Vuestra Pasión, y en memoria de Vuestras penas, tened misericordia de las almas del Purgatorio, especialmente de las más abandonadas.

Oh Divina María, Vos nos enseñasteis primero a hacer el Vía Crucis, obtenednos la gracia de seguir a Jesús con los sentimientos de Vuestro Corazón mientras Lo acompañabais en el camino del Calvario. Concédenos que podamos llorar con Vos, y que amemos a Vuestro divino Hijo como Vos. Pedimos esto en nombre de Su adorable Corazón. Amén.