Estribillo: Que viva el Rosario por siglos sin fin, Tal grito de guerra los justos darán, Honores y gloria_a la Madre de Dios, Y guerra sin tregua al mundo y Satán. Y guerra sin tregua al mundo y Satán.
Guardias valerosos, armaos del Rosario, Del rudo combate la hora llegó; El mundo_y demonio unidos están, Piadosos guerreros marchad con valor. Piadosos guerreros marchad con valor.
Sus arpas de oro los Ángeles pulsan, Y_en trono de soles os mira Jesús; Defiendan la_Iglesia, su Jefe_y su templo! Que_os una_el Rosario por siempre a la Cruz! Que_os una_el Rosario por siempre a la Cruz!
Cadena divina de rosas y lirios, Es para nosotros el Santo rosario; Mas para_el demonio cadena de hierro, Que deja vencido tan fiero contrario. Que deja vencido tan fiero contrario.
Gloria, gloria,_oh Reina de cielos y tierra, Ciña Vuestra frente, divino laurel; Luchad con nosotros y_a Vuestra morada, Llevadnos, Piadosa, después de vencer. Llevadnos, Piadosa, después de vencer.
Guardias valerosos, armaos del Rosario, Del rudo combate la hora llegó; El mundo_y demonio unidos están, Piadosos guerreros marchad con valor. Piadosos guerreros marchad con valor. †
Misterios Gozosos
Primer Misterio: La Anunciación y la Encarnación del Hijo de Dios.
Pidamos la virtud de una profunda humildad.
El Arcángel Gabriel anuncia a la Santísima Virgen la Encarnación de Nuestro Señor Jesucristo y Su exaltación como Madre de Dios. María acepta, declarándose la Esclava del Señor. Imitémosla y pidámosle la virtud de la humildad. Pidamos que la luz del Evangelio pronto penetre en todos los hombres. Recemos por todos aquellos que vacilan en su fe, y para nosotros, pidamos la fe de los Santos.
Segundo Misterio: La Visita de María Santísima a Santa Isabel
Pidamos una generosa caridad para todos nuestros hermanos.
La Santísima Virgen María Se apresura con ansiedad a visitar y servir a Santa Isabel. Pidamos el amor de María para con nuestros semejantes. Oremos por la santificación de las familias cristianas, por las madres, para que puedan imitar las virtudes de nuestra Santísima Madre y dar a sus hijos una buena educación.
Tercer Misterio: El Nacimiento del Hijo de Dios en el Portal de Belén
Pidamos el amor a la pobreza y el desapego de todas las cosas pasajeras.
Jesús nacido en el establo de Belén, es reclinado en un pesebre, en suma pobreza. Postrados ante el pesebre, alabemos la virtud de la pobreza y pidámosla a Jesús y a María. Roguemos a Jesús por todos los niños para que reciban el Bautismo y permanezcan inocentes y amados por Jesús.
Cuarto Misterio: La Presentación de Niño Jesús en el Templo
Pidamos una perfecta obediencia a todas las voluntades de Dios.
La Santísima Virgen María, aunque no obligada, presenta a Jesús en el Templo y cumple perfectamente lo prescrito para Su purificación. Meditemos y pidamos la obediencia de la Santísima Virgen. Oremos para que sean santos los sacerdotes, que todos sean fervorosos, conformes al Corazón de Jesús, llenos de sabiduría y del Espíritu Santo.
Quinto Misterio: El Niño Jesús Perdido y Hallado en el Templo
Pidamos buscar el placer de Dios en todas nuestras acciones.
Jesús es perdido, diligentemente buscado por tres días y hallado en el Templo. Nosotros perdemos a Jesús al cometer pecado. Pidamos la gracia de huir y detestar el pecado. Oremos por todos los que enseñan, y especialmente por los que enseñan la religión, para que puedan inculcar sanas doctrinas.
Alabemos a María, Madre de Dios. Ensalcemos a María, Madre de Dios; Glorifiquemos a María, Madre de Dios. Alabémosla, ensalcémosla, Glorifiquémosla eternamente,_Amén, Amén. †
En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre de Dios. Amén.
Oración preparatoria
¡Oh Jesús! Vamos a caminar con Vos por el camino del calvario que fue tan doloroso para Vos. Háganos comprender la grandeza de Vuestros sufrimientos, toque nuestros corazones con tierna compasión al ver Vuestros tormentos, para aumentar en nosotros el arrepentimiento de nuestras faltas y el amor que deseamos tener por Vos.
Dígnaos aplicarnos a todos los infinitos méritos de Vuestra Pasión, y en memoria de Vuestras penas, tened misericordia de las almas del Purgatorio, especialmente de las más abandonadas.
Oh Divina María, Vos nos enseñasteis primero a hacer el Vía Crucis, obtenednos la gracia de seguir a Jesús con los sentimientos de Vuestro Corazón mientras Lo acompañabais en el camino del Calvario. Concédenos que podamos llorar con Vos, y que amemos a Vuestro divino Hijo como Vos. Pedimos esto en nombre de Su adorable Corazón. Amén.