Letanías en favor de las almas del Purgatorio
Señor, tened piedad de nosotros.
Señor, tened piedad de nosotros.
Jesucristo, tened piedad de nosotros.
Jesucristo, tened piedad de nosotros.
Señor, tened piedad de nosotros.
Señor, tened piedad de nosotros.
Jesucristo, escuchadnos.
Jesucristo, escuchadnos.
Jesucristo, oyednos.
Jesucristo, oyednos.
Padre celestial, que sois Dios,
tened piedad de nosotros.
Hijo, Redentor del mundo, que sois Dios,
tened piedad de nosotros.
Espíritu Santo, que sois Dios,
tened piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, que sois un solo Dios,
tened piedad de nosotros.
Santa María,
rogad por las almas del Purgatorio.
Santa Madre de Dios,
rogad por las almas del Purgatorio.
Virgen de las Vírgenes,
rogad por las almas del Purgatorio.
San Miguel,
rogad por las almas del Purgatorio.
Todos los Ángeles y Arcángeles,
rogad por las almas del Purgatorio.
Todos los coros de Espíritus Benditos,
rogad por las almas del Purgatorio.
Todos los santos Patriarcas y Profetas,
rogad por las almas del Purgatorio.
San José,
rogad por las almas del Purgatorio.
Todos los santos Apóstoles y Evangelistas,
rogad por las almas del Purgatorio.
Todos los santos mártires,
rogad por las almas del Purgatorio.
Todos los santos Pontífices y Confesores,
rogad por las almas del Purgatorio.
Todos los santos doctores,
rogad por las almas del Purgatorio.
Todos los santos Sacerdotes y Levitas,
rogad por las almas del Purgatorio.
Todos los santos monjes y ermitaños,
rogad por las almas del Purgatorio.
Todas las santas Vírgenes y Viudas,
rogad por las almas del Purgatorio.
Todos los Santos de Dios,
rogad por las almas del Purgatorio.
Sed favorable a ellos,
perdonadlos, Señor.
Sed favorable a ellos,
escuchadnos, Señor.
De todo mal,
libradlos, oh Señor.
De Vuestra ira,
libradlos, oh Señor.
De la severidad de Vuestra justicia,
libradlos, oh Señor.
Del gusano roedor de la conciencia,
libradlos, oh Señor.
De la espantosa oscuridad,
libradlos, oh Señor.
De su llanto y gemido,
libradlos, oh Señor.
Por Vuestra encarnación,
libradlos, oh Señor.
Por Vuestra Santa Natividad,
libradlos, oh Señor.
Por Vuestro dulcísimo Nombre,
libradlos, oh Señor.
Por Vuestro bautismo y Vuestro santo ayuno,
libradlos, oh Señor.
Por Vuestra profunda humildad,
libradlos, oh Señor.
Por Vuestra gran obediencia,
libradlos, oh Señor.
Por Vuestro infinito amor,
libradlos, oh Señor.
Por Vuestra angustia y Vuestros sufrimientos,
libradlos, oh Señor.
Por Vuestra sudor de sangre,
libradlos, oh Señor.
Por Vuestros lazos y cadenas,
libradlos, oh Señor.
Por Vuestra corona de espinas,
libradlos, oh Señor.
Por Vuestras santísimas llagas,
libradlos, oh Señor.
Por Vuestra Cruz y Vuestra Pasión,
libradlos, oh Señor.
Por Vuestra ignominiosa muerte,
libradlos, oh Señor.
Por Vuestra santa resurrección,
libradlos, oh Señor.
Por Vuestra admirable Ascensión,
libradlos, oh Señor.
Por la venida del Espíritu Santo, Consolador,
libradlos, oh Señor.
Pecadores que somos,
Os rogamos que nos escuchéis.
Vos que perdonasteis al pecador y escuchasteis al Buen Ladrón,
Os rogamos que nos escuchéis.
Vos, que salváis por Vuestra gracia,
Os rogamos que nos escuchéis.
Que Os plazca librar a nuestros parientes, amigos y benefactores de las llamas expiatorias,
Os rogamos que nos escuchéis.
Que Os plazca librar a todos los fieles difuntos de sus sufrimientos,
Os rogamos que nos escuchéis.
Que Os plazca tener piedad de los que no tienen intercesores particulares en este mundo,
Os rogamos que nos escuchéis.
Que Os plazca ser misericordioso con todos y librarlos de sus penas,
Os rogamos que nos escuchéis.
Que Os plazca conceder sus deseos,
Os rogamos que nos escuchéis.
Que Os plazca admitirlos en el Cielo entre los elegidos,
Os rogamos que nos escuchéis.
Cordero de Dios que quitáis los pecados del mundo,
dadles el descanso eterno.
Cordero de Dios que quitáis los pecados del mundo,
dadles el descanso eterno.
Cordero de Dios que quitáis los pecados del mundo,
dadles el descanso eterno.
Jesucristo, escuchadnos.
Jesucristo, escuchadnos.
Señor, escuchad mi oración.
Y dejad que mi grito llegue a Vos.
Señor
Jesús,
tened
piedad
de
las
almas
del
purgatorio,
por
cuya
salvación
Os
habéis
dignado asumir nuestra naturaleza humana y sufrir la muerte más dolorosa.
Apiadaos
de
sus
ardientes
anhelos
de
veros,
apiadaos
de
sus
lágrimas
de
arrepentimiento
y, por la virtud de Vuestra Pasión, perdonadles las penas que merecen sus ofensas.
Dulcísimo Jesús, que Vuestra Sangre descienda sobre estas queridas almas.
Que
se
acorte
su
tiempo
de
expiación
y
que
pronto
sean
llamados
a
Vos
en
la
felicidad
eterna. Amén.