Letanías de Jesús doloroso
Señor, tened piedad de nosotros. /
Señor, tened piedad de nosotros.
Jesucristo, tened piedad de nosotros. /
Jesucristo, tened piedad de nosotros.
Señor, tened piedad de nosotros. /
Señor, tened piedad de nosotros.
Jesucristo, escuchadnos. /
Jesucristo, escuchadnos.
Jesucristo, oyednos. /
Jesucristo, oyednos.
Padre celestial, que sois Dios,
tened piedad de nosotros.
Hijo, Redentor del mundo, que sois Dios,
tened piedad de nosotros.
Espíritu Santo, que sois Dios,
tened piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, que sois un solo Dios,
tened piedad de nosotros.
Oh Jesús, que sois por excelencia el hombre de dolor,
ayudadnos a llevar nuestra cruz como Vos habéis llevado la Vuestra.
Oh Jesús, pobre y desprovisto de todo,
ayudadnos a llevar nuestra cruz como Vos habéis llevado la Vuestra.
Oh Jesús, desconocido y rechazado por Vuestro pueblo,
ayudadnos a llevar nuestra cruz como Vos habéis llevado la Vuestra.
Oh Jesús, despreciado y cubierto de oprobio,
ayudadnos a llevar nuestra cruz como Vos habéis llevado la Vuestra.
Oh Jesús, odiado y perseguido,
ayudadnos a llevar nuestra cruz como Vos habéis llevado la Vuestra.
Oh Jesús, abandonado, renunciado y traicionado por Vuestros propios discípulos,
ayudadnos a llevar nuestra cruz como Vos habéis llevado la Vuestra.
Oh Jesús, triste hasta la muerte,
ayudadnos a llevar nuestra cruz como Vos habéis llevado la Vuestra.
Oh Jesús, entregado al asco, al abatimiento y a la desilusión,
ayudadnos a llevar nuestra cruz como Vos habéis llevado la Vuestra.
Oh Jesús, vendido por dinero como los esclavos,
ayudadnos a llevar nuestra cruz como Vos habéis llevado la Vuestra.
Oh Jesús, atado y esposado como un ladrón célebre,
ayudadnos a llevar nuestra cruz como Vos habéis llevado la Vuestra.
Oh Jesús, conducido con infamia ante los tribunales y jueces de la tierra,
ayudadnos a llevar nuestra cruz como Vos habéis llevado la Vuestra.
Oh Jesús, arrastrado con reproche por todas las calles de Jerusalén,
ayudadnos a llevar nuestra cruz como Vos habéis llevado la Vuestra.
Oh Jesús, expuesto a las aclamaciones y abucheos de la muchedumbre,
ayudadnos a llevar nuestra cruz como Vos habéis llevado la Vuestra.
Oh Jesús, calumniado e injustamente juzgado,
ayudadnos a llevar nuestra cruz como Vos habéis llevado la Vuestra.
Oh Jesús, considerado loco y insensato,
ayudadnos a llevar nuestra cruz como Vos habéis llevado la Vuestra.
Oh Jesús, azotado y totalmente cubierto de sangre,
ayudadnos a llevar nuestra cruz como Vos habéis llevado la Vuestra.
Oh Jesús, condenado a muerte como un criminal y un villano,
ayudadnos a llevar nuestra cruz como Vos habéis llevado la Vuestra.
Oh Jesús, comparado a un ladrón infame,
ayudadnos a llevar nuestra cruz como Vos habéis llevado la Vuestra.
Oh Jesús, coronado de espinas y saludado con burla,
ayudadnos a llevar nuestra cruz como Vos habéis llevado la Vuestra.
Oh Jesús, cargado con las maldiciones de todo el pueblo,
ayudadnos a llevar nuestra cruz como Vos habéis llevado la Vuestra.
Oh Jesús, llevado al Calvario y cargando el peso de la Cruz,
ayudadnos a llevar nuestra cruz como Vos habéis llevado la Vuestra.
Oh Jesús, atado a esta Cruz y convertido en un espectáculo para todo el universo,
ayudadnos a llevar nuestra cruz como Vos habéis llevado la Vuestra.
Oh Jesús, lleno de amargura y de hiel en el ardor de Vuestra sed,
ayudadnos a llevar nuestra cruz como Vos habéis llevado la Vuestra.
Oh Jesús, cuyo Corazón fue traspasado por una lanza,
ayudadnos a llevar nuestra cruz como Vos habéis llevado la Vuestra.
Oh Jesús, finalmente expirando en los brazos de la Cruz,
ayudadnos a llevar nuestra cruz como Vos habéis llevado la Vuestra.
Oh Jesús, víctima voluntaria por todos nuestros pecados,
ayudadnos a llevar nuestra cruz como Vos habéis llevado la Vuestra.
Oh Jesús, modelo y apoyo de todas nuestras penas,
ayudadnos a llevar nuestra cruz como Vos habéis llevado la Vuestra.
Cordero de Dios, que quitáis los pecados del mundo,
perdonadnos, Señor.
Cordero de Dios, que quitáis los pecados del mundo,
escuchadnos, Señor.
Cordero de Dios, que quitáis los pecados del mundo,
tened piedad de nosotros, Señor.
Jesucristo, escuchadnos.
Jesucristo, oyednos.
Oremos.
–
Oh
Jesús,
que
por
amor
a
mí,
y
para
la
expiación
de
mis
pecados,
habéis
sufrido
una
infinidad
de
dolores,
humillaciones
y
oprobios,
imprimiendo
una
profunda
estimación
de
los
mismos
en
mi
mente,
grabando
los
sentimientos
de
ellos
en
mi
corazón,
aplicando
los
méritos
de
ellos
a
mi
alma;
haced
que
en
todas
las
ocasiones,
esté
dispuesto
a
seguiros,
a
tomar
parte
en
los
sufrimientos
de
Vuestra
Pasión,
y
a
beber
con
Vos
la
amargura
de
Vuestro
cáliz,
para
que,
rociado
con
Vuestras
lágrimas
y
Vuestro
sangre,
sea
purificado
de
mis
pecados,
y
que por la ayuda de Vuestra gracia, pueda llegar al lugar de la gloria. Amén.