Oh María, rosa mística de la que se exhala un perfume de pureza,
me alegro con Vos en el glorioso triunfo que habéis obtenido
sobre la serpiente del infierno en Vuestra Inmaculada
Concepción, y en el hecho de que fuisteis concebida sin la
mancha del pecado original. Agradezco y alabo, de todo corazón,
a la Santísima Trinidad por haberos concedido tan hermoso
privilegio; y Os ruego que me obtengáis la fuerza para triunfar
sobre todas las asechanzas del espíritu enemigo, y no contaminar
mi alma con el pecado. Ah, sed siempre mi ayuda, y que con
Vuestra protección salga siempre victorioso de los enemigos
comunes de nuestra salvación.
3 Ave María…
¡Bendita sea la Santa e Inmaculada Concepción
de la Santísima Virgen María!