«Cuán pocos humanos viven plenamente por la única razón de nuestra existencia, por el propósito para el que Dios nos creó: conocer, amar y servir a Dios en la tierra, para ser felices con Él en la Eternidad.» (Padre Mathurin de la Madre de Dios)

«Conocer, amar y servir a Dios es la única verdad. El diablo y los que trabajan con él, los que se comportan según el espíritu mundano, buscan lo contrario: quieren presentarse bien ante los hombres, sin importar lo que Dios piense, ni siquiera les importa lo que Dios piense.» (Padre Mathurin de la Madre de Dios)

«Dios es el Maestro. Es a partir de este principio que podemos entender esta Obra. Los elegidos, pobres instrumentos de nada, debemos ser los primeros en someternos.» (Padre Juan Gregorio de la Trinidad)

«Necesitamos acercarnos más a Dios. Los Santos que vivían en la oración, en contacto con Dios eran iluminados, tenían el verdadero conocimiento de las cosas sobrenaturales. Es a esta ciencia a la que debemos aspirar.» (Padre Juan Gregorio de la Trinidad)

«Si quieres sembrar tu jardín, primero debes limpiar la tierra. Tienes que cavar tu terreno, arrancar las malas hierbas, tienes que plantar, regar. Tendrás hermosas frutas, hermosas verduras, pero te habrán costado muchos esfuerzos. Es lo mismo en el orden sobrenatural. Es una guerra espiritual que debe pelearse, y sólo terminará en la muerte.» (Padre Juan Gregorio)

«Pidamos a la Virgen María que nos comunique el pensamiento de Jesús. Que nos comunique el espíritu de Dios para que todos, desde el más pequeño al más grande, que la pasión de nuestras vidas sea conocer, amar y servir a Dios...» (Padre Mathurin de la Madre de Dios)

«Adorar a Dios es primero reconocer que el Creador tiene todos los derechos sobre Su criatura.  Por lo tanto, se requiere una absoluta docilidad de nuestra parte en las manos de Dios.» (Padre Mathurin de la Madre de Dios)

«Todo es posible para el que cree, dice el Evangelio. Todo es posible. ¡Pero hay que creer!... Es de nuevo a través de la oración, a través del ardor de nuestras súplicas que obtendremos esta gracia de fe viva y práctica.» (Padre Juan Gregorio de la Trinidad)

«¿Dónde ha pecado el hombre contra Dios? Ya saben, es a través de la desobediencia. Entonces, ¿cuál es la principal inmolación que Dios espera de Su hijo? Es la obediencia la que nos limpia del pecado y nos une con Dios. Es el sacrificio que nos pide especialmente.» (Padre Mathurin de la Madre de Dios)

«El camino al cielo es estrecho, empinado, rocoso, espinoso; pocos lo toman. El camino de la perdición es amplio, espacioso, agradable, muchos lo toman. El camino a la condenación es la carretera; mientras que el camino al Cielo es un camino de miseria en las montañas, bordeado de zarzas y espinas, un fatigoso y escarpado sendero. Es el Evangelio el que dice esto, en contra de las teorías modernas.» (Padre Juan Gregorio)

«¿Por qué vinimos aquí?  Un misterio que no entendemos, pero estamos ante la evidencia de que es la Obra de Dios.  Debemos estar agradecidos por ello y agradecer a Dios por habernos tomado a pesar de toda nuestra miseria, nuestra indignidad.» (Padre Juan Gregorio de la Trinidad)

«La oración debe transformar nuestras vidas. Al mismo tiempo que rogamos a Dios a través de la oración, debemos hacer penitencia quitando de nuestras vidas todo lo que Le desagrada a Dios, todo lo que es contrario a Sus planes para nosotros.» (Padre Mathurin de la Madre de Dios)

«Jesús emprendió la gran obra de la Redención en el mayor silencio porque así es como nosotros también debemos hacerlo. En el silencio de nuestros corazones dar el regalo total de todo nuestro ser a este Jesús que hizo tonterías de amor por nosotros.» (Padre Mathurin de la Madre de Dios)

«Si Dios nos pide que hagamos pequeñas cosas y las hacemos con puntualidad, delicadeza, amor, fervor, aplicación, Dios Se conmoverá; este es el secreto de todos los grandes siervos de Dios.» (Padre Juan Gregorio de la Trinidad)

«El amor se demuestra al dar. Cuanto más completo sea el don, más verdadero es el amor, y el Hijo de Dios quiere un don total de nosotros. Amemos a Dios desde que nos amó primero. Devolvámosle el amor por amor.» (Padre Mathurin de la Madre de Dios)

«Dame, Jesús mío, la gracia de renovar siempre este don de mí mismo en la humildad, la obediencia y la caridad, buscando todo lo que Le agrada y evitando todo lo que Le desagrada. Concédeme esta gracia, Jesús mío, porque sin Vos no puedo hacer nada.» (Padre Mathurin de la Madre de Dios)

«La serenidad, la igualdad de ánimo son virtudes que se adquieren, es necesario practicarlas. Estar de buen humor cuando todo va a nuestro gusto no es una maravilla, cualquier pagano puede hacer lo mismo. Por otro lado, sonreír cuando estamos en la cruz es la hazaña de un cristiano.» (Padre Juan Gregorio de la Trinidad)

«Hagamos una verdadera oración, desde el fondo de nuestro corazón: "Jesús mío, mire mi impotencia, vea mi incapacidad, soy un cobarde, pero realmente quiero darle el regalo de un don total de mí mismo. Es la fuente de toda gracia, por favor deme la gracia de hacer todo por Vos".» (Padre Mathurin de la Madre de Dios)

«Hermanos y hermanas, entreguémonos a Dios sin reservas y saborearemos la alegría de los hijos de Dios, de Sus verdaderos servidores.» (Padre Juan Gregorio de la Trinidad)

«La gente mundana cree que aquellos que se embarcan en el camino del sacrificio y la inmolación que es la vida religiosa son almas que renuncian a la felicidad. ¡Al contrario! Una felicidad inalterable se concede con mayor seguridad al verdadero religioso, que se entrega a Dios sin contar el costo.» (Padre Juan Gregorio de la Trinidad)

«Debemos ser una imagen de Dios. La gente dirá: "Si los apóstoles de Dios son tan amables, ¿cómo puede ser Dios mismo?" No debemos hacer que Dios sea odioso para los hombres, sino atractivo, especialmente a través de nuestra caridad, nuestra bondad. Por eso debemos olvidarnos de nosotros mismos. A veces le duele por dentro, pero aún así sonríe.» (Padre Juan Gregorio)

«Cuanto más hagamos por Dios, más saborearemos la alegría del Cielo en nuestras almas. El que lo deje todo por Mí, dice Jesús, recibirá el céntuplo en este mundo y la vida eterna en el otro. Este prometido cien por cien incluye la alegría del Cielo que se inunda a aquellos que dejan todo por Dios y mantienen su don en la vida cotidiana.» (Padre Juan Gregorio de la Trinidad)

«Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad, dijo el ángel a los pastores. ¿Qué es la buena voluntad? Es aquella que se conforma con Dios. ¿Realmente queremos probar las alegrías de Dios? Seamos almas de verdadera buena voluntad, dispuestas a hacer cualquier cosa para complacer a Dios.» (Padre Mathurin de la Madre de Dios)

«Hablamos de la virtud de la humildad, pero sobre todo debemos vivirla. Y para vivirlo, hay que amarlo. Nuestro corazón tiene que enamorarse de esta virtud. Sólo hay una forma de hacerlo: contemplar a Jesús, Hijo de Dios hecho hombre, que manifiesta Su amor de predilección por la humildad con Su vida y Su Palabra.» (Padre Mathurin de la Madre de Dios)

«Jesús, el Hijo de Dios, eligió venir a la tierra en el olvido, en silencio; casi nadie sabía que Se había encarnado. Se podría decir que fue olvidado en Nazaret durante treinta años. ¡Aquí está Jesús! Esto es lo que Él ha elegido, Él el Hombre-Dios. Debemos considerarlo y ponernos en Su escuela.» (Padre Mathurin de la Madre de Dios)

«Nuestra misión es despertar la fe en el mundo. Vamos a necesitar una fe muy ardiente, muy viva, una fe que nos haga actuar con valentía. Es la fe que hizo a los Santos. Es la fe la que hará los nuevos Apóstoles que saldrán a predicar el Evangelio.» (Padre Juan Gregorio de la Trinidad)

«Es por un ejército de almas que el mundo será rehecho, que volverá a Dios y que la Iglesia será renovada. Dios es todopoderoso, lo que comienza en nosotros lo completará. Todo lo que tenemos que hacer es ser fieles.» (Padre Juan Gregorio de la Trinidad)

«Cuando amemos esta gran virtud de la humildad, querremos practicarla, querremos reproducir en nuestras vidas los ejemplos de Jesús y trabajaremos en ella con todo el ardor posible.» (Padre Mathurin de la Madre de Dios)