Este artículo también está disponible en: Français English
Liturgia para los domingos y las fiestas principales
Reflexión sobre la liturgia del día – de L’Année Liturgique, de Dom Prosper Guéranger
Las Rogativas y el tiempo pascual. — Hoy da comienzo un triduo dedicado a la penitencia. Este acontecimiento inesperado parece a primera vista una especie de anomalía en el tiempo pascual; y, sin embargo, cuando se reflexiona sobre su sentido se comprende que esta institución tiene una relación íntima con los días en que nos encontramos. Es cierto que el Salvador decía antes de su Pasión que «durante la estancia del Esposo entre nosotros, no es tiempo de ayunar» ¿pero estas últimas horas que preceden a su partida para el cielo no tiene algo de melancólico? ¿Y no nos sentimos naturalmente llevados ayer a pensar en la tristeza resignada y contenida que oprime el corazón de la divina Madre, y el de los discípulos, en vísperas de perder a aquel cuya presencia era para ellos anticipo de goces celestiales?
Origen de las Rogativas. — Ahora debemos referir cómo y con qué ocasión el Ciclo litúrgico fué completado, en este tiempo, por la introducción de estos tres días durante los cuales la Santa Iglesia, tan radiante como estaba por los esplendores de la Resurrección, parece querer volver de repente al duelo cuaresmal. El Espíritu Santo que la dirige en todos los acontecimientos ha querido que una humilde Iglesia de las Galias, poco después de la mitad del siglo v, diese comienzo a este rito, que se extiende rápidamente a toda la catolicidad, donde fué recibido como un complemento de la liturgia pascual.
La Iglesia de Vienne, una de las más ilustres y más antiguas de la Galia meridional, tenía por Obispo, hacia el año 470, a San Mamerto. Múltiples calamidades habían desolado esta provincia recientemente conquistada por los Borgoñones. Terremotos, incendios, fenómenos formidables agitaban las ciudades cual signos de la cólera divina. El santo Obispo, deseando elevar la moral de su pueblo, impulsándole a dirigirse a Dios cuya justicia debía ser aplacada, prescribió tres días de expiación, durante los cuales los fieles se entregarían a las obras de penitencia, e irían en procesión cantando salmos. Fueron escogidos para el cumplimiento de esta piadosa resolución los tres días que preceden a la Ascensión. Sin ninguna duda, el Santo Obispo de Vienne echaba de este modo los fundamentos de una institución que la Iglesia entera iba a adoptar.
Aleluya. Alabad al Señor, porque es bueno: porque su misericordia es eterna. Pedid, y recibiréis: buscad, y encontraréis; llamad, y se os abrirá: porque, todo el que pide, recibe: y, el que busca, encuentra: y, al que llama se le abrirá, aleluya. Suplicámoste, Señor, acojas con pío favor nuestros votos: para que, mientras recibimos tus dones en la tribulación, con nuestro consuelo crezcamos en tu amor. Por el Señor Jesucristo.
Epístola
Lección de la Epístola del Apóstol Santiago.
Confesad unos a otros vuestros pecados, y orad los unos por los otros, para que os salvéis: porque la súplica asidua del justo vale mucho. Elias era un hombre semejante a nosotros, pasible: y oró con ahinco para que no lloviera sobre la tierra, y no llovió durante tres años y seis meses. Y oró otra vez: y el cielo dió lluvia, y la tierra dió su fruto. Hermanos míos, si alguien de vosotros se apartare de la verdad, y le convirtiere alguno: debe saber que, el que hiciere a un pecador convertirse de su camino errado, salvará su alma de la muerte, y cubrirá la multitud de sus pecados.
Reflexión
La ceremonia de las Rogativas, que significa peticiones y oraciones humildes, fue instituida en el año 469 por San Mamert, obispo de Vienne en Dauphiné (Francia), después de un período de tormentas, inundaciones y terremotos que afectaron a la región. Para poner fin a estos flagelos y tranquilizar a sus fieles, el santo obispo concibió el proyecto de Rogaciones solemnes que consistían en un ayuno de tres días y oraciones públicas. La observancia de las Rogaciones se extendió por toda la Galia en el siglo VI. Roma adoptó su uso a finales del siglo VIII cuando tomaron el nombre de «letanías menores» que eran la contrapartida de las «letanías mayores» reservadas para la procesión del día de San Marcos el 25 de abril para la bendición de las semillas.
Las Rogativas son ceremonias durante las cuales los campos son bendecidos para futuras cosechas y tienen lugar durante los tres días anteriores a la Ascensión. Las ceremonias toman la forma de una larga procesión por el pueblo y los campos durante la cual el párroco y sus fieles recitan letanías para acompañar las bendiciones. Con motivo de la procesión de las Rogaciones, las cruces al borde del camino fueron en su día puntos estratégicos en el cruce de las tierras cultivadas de la parroquia y sirvieron como lugar de descanso donde se detuvo la procesión.
Evangelio
Continuación del santo Evangelio según S. Lucas.
En aquel tiempo dijo Jesús a Sus discípulos: ¿Quién de vosotros tendrá un amigo, e irá a él a media noche, y le dirá: Amigo, préstame tres panes, porque un amigo ha llegado de viaje a mí, y no tengo qué poner ante él, y él, respondiendo desde adentro, diga: No me molestes, ya está cerrada la puerta, y mis hijos están conmigo en cama, no puedo levantarme y dártelos? Y, si él perseverare llamando, yo os digo que, aunque no se levante y le dé por ser amigo suyo, se levantará, no obstante, y le dará cuanto necesita para que le deje en paz. También yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y encontraréis; llamad, y se os abrirá. Porque, todo el que pide, recibe; y, el que busca, encuentra; y, al que llama, se le abrirá. Si alguien de vosotros pide pan a su padre: ¿le dará acaso una piedra? O, si le pide un pez, ¿le dará acaso una serpiente por el pez? O, si le pidiere un huevo, ¿le dará acaso un escorpión? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos: ¿cuánto más vuestro Padre desde el cielo dará el buen espíritu a los que se lo pidan?