Para la preservación del Depósito de la Fe.

¡Para que llegue el Reino de Dios!

MAGNIFICAT

La Orden del Magníficat de la Madre de Dios tiene la siguiente finalidad especial la preservación del Depósito de la Fe a través de la educación religiosa en todas sus formas. Dios la ha establecido como «baluarte contra la apostasía casi general» que ha invadido la cristiandad y en particular la Iglesia romana.

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Mensaje de la Virgen María

La Santísima Virgen María Se dirige a Sus queridos hijos que Le rezan de todo corazón:

«Les doy las gracias. Su oración ha subido al cielo. Les doy las gracias. Sólo si todo Mi pueblo hiciera como ustedes, una vez más les digo: el cielo y la tierra se habrían convertido en una sola patria de amor».

«Hijos Míos, cuento con ustedes. Tengo toda Mi confianza en ustedes. No lo olviden: permanezcan fieles, permanezcan humildes, caritativos y obedientes».

«Les agradezco la hora de oración que Me han ofrecido. Han sacrificado una hora de su sueño. Serán recompensados eternamente. Hijos Míos, estuve ahí con ustedes. Les miraba y les daba las gracias. Mi corazón saltó de alegría ante sus humildes oraciones, todas unidas. Los que estaban verdaderamente cansados hicieron el sacrificio, y serán recompensados eternamente».

«Les doy las gracias con todo Mi corazón. Con estas oraciones no pueden saber cuánto Me ayudan a convertir a los pecadores y a proteger a este mundo ingrato y culpable.»

«Hijos Míos, les agradezco de todo corazón esta humilde hora de oración que Me han ofrecido. Se lo agradezco de todo corazón. ¡Qué bien he estado con ustedes! Estuve cerca de ustedes y Mi alegría es tan grande que responderé a sus llamadas…»

Señal de la Cruz

En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre de Dios. Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Jesús! Vamos a caminar con Vos por el camino del calvario que fue tan doloroso para Vos. Háganos comprender la grandeza de Vuestros sufrimientos, toque nuestros corazones con tierna compasión al ver Vuestros tormentos, para aumentar en nosotros el arrepentimiento de nuestras faltas y el amor que deseamos tener por Vos.
Dígnaos aplicarnos a todos los infinitos méritos de Vuestra Pasión, y en memoria de Vuestras penas, tened misericordia de las almas del Purgatorio, especialmente de las más abandonadas.

Oh Divina María, Vos nos enseñasteis primero a hacer el Vía Crucis, obtenednos la gracia de seguir a Jesús con los sentimientos de Vuestro Corazón mientras Lo acompañabais en el camino del Calvario. Concédenos que podamos llorar con Vos, y que amemos a Vuestro divino Hijo como Vos. Pedimos esto en nombre de Su adorable Corazón. Amén.