Este artículo también está disponible en: English
¡Para la preservación del Depósito de la Fe!
¡Para que venga el Reino de Dios!
Oh Jesús Crucificado, ayudadnos a llevar nuestra cruz como Os llevasteis la Vuestra.
Miércoles de Ceniza – Inicio de la Cuaresma
Cuando se acerque el sacerdote para marcarnos de la ceniza, a señalarle con el sello de la penitencia, acepta sumiso la sentencia de muerte que Dios mismo pronunciará sobre ti al decirte: «Acuérdate, hombre, que eres polvo y en polvo te volverás.» Humíllate y recuerda que por haber querido ser como dioses, prefiriendo tu capricho al querer de tu Señor, has sido condenado a morir. Pensemos en la inacabable secuela de pecados que añadimos al de Adán, y admiremos la clemencia de Dios que Se contentará con una sola muerte por tantas rebeldías.
Antifonas
Mudemos el vestido en ceniza y cilicio: ayunemos, y lloremos ante el Señor: porque nuestro Dios es muy misericordioso para perdonar nuestros pecados. – Entre el vestíbulo y el altar llorarán los sacerdotes, ministros del Señor, y dirán: Perdona, Señor, perdona a Tu pueblo: y no cierres, Señor, las bocas de los que Te cantan.
Oración
Mejoremos lo que pecamos por ignorancia: no sea que, sorprendidos por el día de la muerte, busquemos espacio para la penitencia, y no podamos hallarlo. Atiende, Señor, y ten compasión: porque hemos pecado contra Ti. Ayúdanos, oh Dios, Salvador nuestro: y, por el honor de Tu nombre, líbranos, Señor. Atiende, Señor, y ten compasión. – Concédenos, Señor, la gracia de comenzar con santos ayunos la carrera de la milicia cristiana: para que, al luchar contra los espíritus malignos, seamos protegidos con los auxilios de la continencia. Por Cristo, Nuestro Señor. Amén.