Para obtener la victoria sobre sus pasiones
Dios
Santo,
Padre
de
las
misericordias,
que
sólo
me
habéis
creado
para
serviros
en
la
libertad
de
Vuestros
hijos,
no
permitáis
que
siga
sometido
a
las
vergonzosas
leyes
de
mis
pasiones criminales.
Movido
por
el
deseo
que
siento
de
corregirme,
y
doblegado
por
las
urgentes
súplicas
que
Os
dirige
para
mí
Vuestro
indigno
siervo,
la
Virgen
Inmaculada,
a
quien
habéis
hecho
dispensadora
de
Vuestras
gracias,
ayudadme,
Dios
mío,
a
salir
de
la
esclavitud
a
que
me
ha
reducido
el
pecado,
y
sostenedme
en
las
batallas
que debo librar contra mí mismo con este fin.
Vos
conocéis,
Señor,
tanto
mi
debilidad
como
la
fuerza
de
los
enemigos
que
me
dominan;
testigo
de
mis
miserias,
Vos
las
veis;
a
cada
instante
el
orgullo
me
irrita,
el
resentimiento
me
amarga,
la
lujuria
me
expone,
el
humor
contrariado
me
hace
insoportable,
la
pereza
me
hace
descuidar
mis
deberes,
el
amor
propio
se
cuela
en
el
poco
bien
que
quiero
hacer,
y
destruye
la
mejor parte de lo que Os he destinado.
¡Qué
obligación,
oh
Dios
mío!
Qué
servidumbre
para
un
alma
que,
a
pesar
de
todo,
quiere
amaros
y
quisiera
ser
perfectamente Vuestro.
Pero
repudio
y
detesto
con
todo
mi
corazón
todos
estos
desvaríos.
Me
duele
mucho
haberme
entregado
a
ellos
tan
a
menudo,
porque
Os
desagradan,
y
es
a
Vos,
bondad
infinita,
a
quien
he
ofendido
cada
vez
que
me
he
dejado
llevar.
De
ahora
en
adelante
no
quiero
escuchar
más
la
tentación
y
quiero
resistir
a
mis
pasiones,
fuente
desastrosa
de
todas
mis
faltas.
Es
en
Vuestro
nombre,
Dios
todopoderoso,
que
tomaré
las
armas,
para
luchar
contra
enemigos
que
tantos
otros,
con
la
ayuda
de
Vuestra
gracia,
han
vencido
tan
felizmente.
Es
también
en
Vuestro
nombre,
asistido
por
María,
que
espero
obtener
la
victoria
por
Jesucristo,
Nuestro
Señor,
que
vive
y
reina
por
los
siglos de los siglos. Amén.
Oración de Generosidad
por San Ignacio de Loyola
Señor Jesús, enseñadme a ser generoso.
A serviros como Vos lo merecéis.
A dar sin contar.
A luchar sin miedo a heridas.
A trabajar sin buscar el descanso.
A
gastarme
sin
esperar
recompensa,
fuera
de
haber
cumplido
Vuestra Santa Voluntad.