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Al Espíritu Santo, Dios de Amor
¡Oh Espíritu! ¡Oh Amor! ¡Oh Verdad que sois mi Dios! Venid a hacer una nueva creación en mi alma; venid, ella se abre a Vos sin reservas; venid, porque es pobre, desamparada y abandonada. Infundidle luz y paz; derramad en ella amor como agua viva que brota para vida eterna. Me entrego enteramente a Vuestra guía, oh Espíritu Santo. Demasiadas veces, por desgracia, me he resistido a Vos o no he querido escuchar Vuestra voz; pero de ahora en adelante Os obedeceré fielmente. Mi corazón es Vuestro dominio, actuad en él como queráis; levantaos como el aquilón para abatir todas mis pasiones y derribar mis planes que no están de acuerdo con Vuestro beneplácito; venid como un viento suave y refrescante a consolar mi alma. Me entrego a Vuestra guía con la confianza de que me traerá la felicidad y la salvación. Sí, Vos mandáis y yo obedezco con gusto.
Novena al Espíritu Santo, del mismo autor