Para la preservación del Depósito de la Fe.

¡Para que llegue el Reino de Dios!

MAGNIFICAT

La Orden del Magníficat de la Madre de Dios tiene la siguiente finalidad especial la preservación del Depósito de la Fe a través de la educación religiosa en todas sus formas. Dios la ha establecido como «baluarte contra la apostasía casi general» que ha invadido la cristiandad y en particular la Iglesia romana.

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Una historia para cada día...

Sagrada Familia - Jesús María José

La reconstrucción del Templo bajo Juliano el Apóstata.

Poco antes de morir, Jesucristo anunció a sus apóstoles la destrucción del Templo de Jerusalén, asegurándoles que no quedaría ni una sola piedra en pie. Varias profecías añadían que, tras su destrucción, el Templo no volvería a ser reconstruido. En el año 70 los romanos destruyeron la ciudad y el templo. Para destruir el valor de la palabra de Dios, el emperador Juliano el Apóstata intentó reconstruir el templo de Jerusalén en el año 361. Vinieron trabajadores de todas partes, especialmente un gran número de judíos, y ya se estaban levantando los muros del templo. Juliano triunfó y con él los enemigos del cristianismo. Pero la alegría duró poco, pues un terremoto derribó el santuario inacabado. Sin embargo, comenzaron de nuevo, pues el odio al cristianismo cegó a Juliano y a su partido. Pero un terremoto más terrible y globos de fuego que emergen de la tierra amenazan con engullir a los trabajadores. Las obras tuvieron que suspenderse, y el templo no se ha reconstruido hasta hoy.

Dios es fiel y cumple Sus promesas.

Otras historias...

Señal de la Cruz

En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre de Dios. Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Jesús! Vamos a caminar con Vos por el camino del calvario que fue tan doloroso para Vos. Háganos comprender la grandeza de Vuestros sufrimientos, toque nuestros corazones con tierna compasión al ver Vuestros tormentos, para aumentar en nosotros el arrepentimiento de nuestras faltas y el amor que deseamos tener por Vos.
Dígnaos aplicarnos a todos los infinitos méritos de Vuestra Pasión, y en memoria de Vuestras penas, tened misericordia de las almas del Purgatorio, especialmente de las más abandonadas.

Oh Divina María, Vos nos enseñasteis primero a hacer el Vía Crucis, obtenednos la gracia de seguir a Jesús con los sentimientos de Vuestro Corazón mientras Lo acompañabais en el camino del Calvario. Concédenos que podamos llorar con Vos, y que amemos a Vuestro divino Hijo como Vos. Pedimos esto en nombre de Su adorable Corazón. Amén.