¡Para la preservación del Depósito de la Fe!

¡Para que venga el Reino de Dios!

MAGNIFICAT

La Orden del Magníficat de la Madre de Dios tiene como fin particular la conservación del Depósito de la Fe mediante la enseñanza religiosa en todas sus formas. Dios la ha establecido como «un baluarte ante la apostasía casi general» que ha invadido la cristiandad y en particular la Iglesia romana.

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Acto de desagravio a la Santa Faz

Santa Faz de Jesús
La víspera de la apertura de la Cuaresma se dedica a venerar a la Santa Faz de nuestro Salvador, en reparación por las blasfemias, impiedades y sacrilegios con los que Él está más que nunca plagado.
Señor Jesús, contemplando Vuestro rostro desfigurado por el dolor, y meditando en Vuestra Pasión, ¿no podría mi corazón inflamarse de amor por Vos… y de odio contra el pecado que, aún hoy, ultraja Vuestra adorable Faz? … Pero no permitáis, Señor, que me quede en una compasión estéril; hacedme digno hijo de María, y concededme la gracia de que, en compañía de mi divina Madre, Os siga lo bastante de cerca en este nuevo calvario para que el oprobio que Os está destinado, oh Jesús, se refleje también en mí, miembro de Vuestra santa Iglesia, y para que entre en el camino de la expiación y del verdadero amor. Amén.

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Señal de la Cruz

En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre de Dios. Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Jesús! Vamos a caminar con Vos por el camino del calvario que fue tan doloroso para Vos. Háganos comprender la grandeza de Vuestros sufrimientos, toque nuestros corazones con tierna compasión al ver Vuestros tormentos, para aumentar en nosotros el arrepentimiento de nuestras faltas y el amor que deseamos tener por Vos.
Dígnaos aplicarnos a todos los infinitos méritos de Vuestra Pasión, y en memoria de Vuestras penas, tened misericordia de las almas del Purgatorio, especialmente de las más abandonadas.

Oh Divina María, Vos nos enseñasteis primero a hacer el Vía Crucis, obtenednos la gracia de seguir a Jesús con los sentimientos de Vuestro Corazón mientras Lo acompañabais en el camino del Calvario. Concédenos que podamos llorar con Vos, y que amemos a Vuestro divino Hijo como Vos. Pedimos esto en nombre de Su adorable Corazón. Amén.