Para la preservación del Depósito de la Fe.

¡Para que llegue el Reino de Dios!

MAGNIFICAT

La Orden del Magníficat de la Madre de Dios tiene la siguiente finalidad especial la preservación del Depósito de la Fe a través de la educación religiosa en todas sus formas. Dios la ha establecido como «baluarte contra la apostasía casi general» que ha invadido la cristiandad y en particular la Iglesia romana.

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Una historia para cada día...

Sagrada Familia - Jesús María José

Santa Margarita da testimonio de la divinidad de Jesucristo.

Santa Margarita (m. 284) fue interrogada por el juez pagano sobre la fe que profesaba. Ella respondió que era cristiana. Entonces el juez le dijo: «¡Es absurdo adorar a un hombre y especialmente a un hombre que murió ignominiosamente en una cruz!» Pero Margarita respondió con orgullo: «¿Por qué hablas sólo de la muerte de Cristo y no de Su resurrección? Su pasión y muerte demuestran que era hombre, pero Su resurrección es la prueba de Su divinidad».

Pedro el Grande a Sardam.

Se dice que Pedro el Grande, emperador de Rusia, habiendo concebido el plan de crear una flota nacional, emprendió varios grandes viajes tanto a Inglaterra como a Francia y Holanda para enseñarse a sí mismo el arte de construir barcos. Para iniciarse en todos los secretos, se convirtió en un simple obrero y trabajó durante algún tiempo en los astilleros de Sardam.

¿El «carpintero de Sardam» dejó por un momento de ser emperador de Rusia? En absoluto. Así que Jesucristo no dejó de ser Dios ni por un momento, aunque Se hubiera hecho hombre y fuera conocido sólo como «el hijo del carpintero».

Otras historias...

Señal de la Cruz

En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre de Dios. Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Jesús! Vamos a caminar con Vos por el camino del calvario que fue tan doloroso para Vos. Háganos comprender la grandeza de Vuestros sufrimientos, toque nuestros corazones con tierna compasión al ver Vuestros tormentos, para aumentar en nosotros el arrepentimiento de nuestras faltas y el amor que deseamos tener por Vos.
Dígnaos aplicarnos a todos los infinitos méritos de Vuestra Pasión, y en memoria de Vuestras penas, tened misericordia de las almas del Purgatorio, especialmente de las más abandonadas.

Oh Divina María, Vos nos enseñasteis primero a hacer el Vía Crucis, obtenednos la gracia de seguir a Jesús con los sentimientos de Vuestro Corazón mientras Lo acompañabais en el camino del Calvario. Concédenos que podamos llorar con Vos, y que amemos a Vuestro divino Hijo como Vos. Pedimos esto en nombre de Su adorable Corazón. Amén.