Para la preservación del Depósito de la Fe.

¡Para que llegue el Reino de Dios!

MAGNIFICAT

La Orden del Magníficat de la Madre de Dios tiene la siguiente finalidad especial la preservación del Depósito de la Fe a través de la educación religiosa en todas sus formas. Dios la ha establecido como «baluarte contra la apostasía casi general» que ha invadido la cristiandad y en particular la Iglesia romana.

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Una historia para cada día...

Sagrado Corazon de Jesus

La emoción de Santa Teresa al ver una imagen de Jesús.

Una de las almas que más devoción ha mostrado al Corazón de Jesús es, sin duda, Santa Teresa de Ávila, que se conmovía en cuanto veía una imagen que le recordaba la sangre o las llagas del Salvador. Fue allí donde esta gran Santa aprendió a conocer el precio de su alma y el amor que Jesús le había brindado. Ella misma relata lo siguiente. «Un día entré en un oratorio y vi una imagen de Jesucristo cubierta de heridas. Inmediatamente me llené de la más profunda compasión, ¡tanto que todo lo que sufrió por nosotros quedó representado en lo natural! El dolor que sentí fue tan grande que parecía que se me rompía el corazón, y arrojándome a Sus pies, derramé una gran cantidad de lágrimas, rogándole que me concediera la gracia de no volver a ofenderle.»

Otras historias...

Señal de la Cruz

En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre de Dios. Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Jesús! Vamos a caminar con Vos por el camino del calvario que fue tan doloroso para Vos. Háganos comprender la grandeza de Vuestros sufrimientos, toque nuestros corazones con tierna compasión al ver Vuestros tormentos, para aumentar en nosotros el arrepentimiento de nuestras faltas y el amor que deseamos tener por Vos.
Dígnaos aplicarnos a todos los infinitos méritos de Vuestra Pasión, y en memoria de Vuestras penas, tened misericordia de las almas del Purgatorio, especialmente de las más abandonadas.

Oh Divina María, Vos nos enseñasteis primero a hacer el Vía Crucis, obtenednos la gracia de seguir a Jesús con los sentimientos de Vuestro Corazón mientras Lo acompañabais en el camino del Calvario. Concédenos que podamos llorar con Vos, y que amemos a Vuestro divino Hijo como Vos. Pedimos esto en nombre de Su adorable Corazón. Amén.