Para la preservación del Depósito de la Fe.

¡Para que llegue el Reino de Dios!

MAGNIFICAT

La Orden del Magníficat de la Madre de Dios tiene la siguiente finalidad especial la preservación del Depósito de la Fe a través de la educación religiosa en todas sus formas. Dios la ha establecido como «baluarte contra la apostasía casi general» que ha invadido la cristiandad y en particular la Iglesia romana.

Filter by Categories
Liturgia-es
Oración
Evangelio-Lecturas
Reflexiones
Historia

Novena de reparación

por los ultrajes que recibe Nuestro Señor Jesucristo en Su Sacramento de amor, y que renuevan Su dolorosa Pasión.

Jesus-tenant-calice
1 2 3 4 5 6 7 8 9

Objetivo de la novena

Unir en una oración común a almas generosas que se inspiren en las intenciones del Sagrado Corazón de Jesús, movidas por un inmenso deseo de reparación hacia Su Padre y por un ardiente amor hacia las desdichadas criaturas que están bajo la esclavitud del demonio.

Práctica.

Ofrece con espíritu de penitencia y reparación tus oraciones, tu trabajo, tus sufrimientos y tus buenas obras.

 

DÍA UNO

Ofrenda para cada día.

Divino Salvador Jesús, Os ofrezco, por el Corazón compasivo de María, las oraciones, trabajos y sufrimientos de este día, en reparación de mis ofensas y de todas las intenciones que tenéis al inmolaros continuamente en el altar.

Hoy me uno a Jesús, que Se rebajó a lavar los pies de Sus apóstoles.

Jesús nos dice: «Os he dado ejemplo, para que hagáis lo que Me habéis visto hacer».

Reparación. – Con mi amor, quiero reparar los ultrajes hechos a Nuestro Señor

  • por confesiones sacrílegas que, en lugar de purificar el alma, aumentan su culpa…

  • por corazones insensibles a los avances divinos de Jesús…

Oración jaculatoria. – Jesús, manso y humilde de corazón, haced que mi corazón sea semejante al Vuestro.

Letanías de reparación…

DÍA DOS

Ofrenda para cada día.

Divino Salvador Jesús, Os ofrezco, por el Corazón compasivo de María, las oraciones, trabajos y sufrimientos de este día, en reparación de mis ofensas y de todas las intenciones que tenéis al inmolaros continuamente en el altar.

Hoy me uno a Jesús que, no queriendo dejarnos huérfanos, instituyó la Eucaristía para permanecer siempre con nosotros.

El amor de Jesús Le lleva a no separarse de los que ama; Su poder divino Le permite decir: «He aquí que estoy con vosotros hasta el fin de los tiempos…».

Reparación. – Con mi amor, quiero reparar los ultrajes hechos a Nuestro Señor

  • por la indiferencia del mundo hacia la Santa Eucaristía…

  • por la soledad de nuestras iglesias…

  • por el desprecio con el que se trata a Jesús…

  • por la profanación del domingo…

Oración jaculatoria. – Alabado y glorificado sea por siempre el santísimo y divino Sacramento del Altar.

Letanías de reparación…

DÍA TRES

Ofrenda para cada día.

Divino Salvador Jesús, Os ofrezco, por el Corazón compasivo de María, las oraciones, trabajos y sufrimientos de este día, en reparación de mis ofensas y de todas las intenciones que tenéis al inmolaros continuamente en el altar.

Hoy me uno a Jesús entregándose a nosotros en la Comunión.

Jesús nos dice: «El que come Mi Carne y bebe Mi Sangre tiene vida eterna; él permanece en Mí y Yo en él…» – La comunión nos transforma en Jesús… nos comunica Su espíritu… nos anima con Su voluntad… «Vivo; ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí», dijo el apóstol Pablo.

Reparación. – Con mi amor, quiero reparar los ultrajes hechos a Nuestro Señor:

  • por comuniones sacrílegas…

  • por el robo y la profanación de la Santa Especie…

  • por comuniones tibias, sin preparación, sin acción de gracias…

Oración jaculatoria. – «Oh, sagrado banquete, en el que Cristo Se convierte en nuestro alimento: el recuerdo de Su Pasión se renueva, el alma se llena de gracias, y se nos da la prenda de la gloria eterna.» (Liturgia del Santísimo Sacramento)

Letanías de reparación…

DÍA CUATRO

Ofrenda para cada día.

Divino Salvador Jesús, Os ofrezco, por el Corazón compasivo de María, las oraciones, trabajos y sufrimientos de este día, en reparación de mis ofensas y de todas las intenciones que tenéis al inmolaros continuamente en el altar.

Hoy me uno a Jesús Adorador en Getsemaní.

El Corazón Adorador de Jesús arde con un amor ardiente, que Le hace cumplir todas las voluntades de Su Padre. «En todo obedezco a Mi Padre…».

Reparación. – Con mi amor, quiero reparar los ultrajes hechos a Nuestro Señor:

  • por blasfemias luciferinas que niegan a Dios y Sus derechos…

  • por la adoración del becerro de oro…

  • por la adoración de la criatura…

Oración jaculatoria. – Oh Dios, nuestro Protector, mirad y poned Vuestros ojos en el Rostro de Vuestro Cristo.

Letanías de reparación…

DÍA CINCO

Ofrenda para cada día.

Divino Salvador Jesús, Os ofrezco, por el Corazón compasivo de María, las oraciones, trabajos y sufrimientos de este día, en reparación de mis ofensas y de todas las intenciones que tenéis al inmolaros continuamente en el altar.

Hoy me uno a Jesús Reparador en Getsemaní.

De Jesús viviendo en Su tabernáculo, podemos decir lo que San Juan Bautista dijo de Él, en el momento de su vida mortal: «He aquí el Cordero de Dios, he aquí Aquel que lleva los pecados del mundo…»

Reparación. – Con mi amor, quiero reparar los ultrajes hechos a Nuestro Señor:

  • por pensamientos y deseos criminales…

  • por la rebelión contra Sus adorables preceptos…

  • por el desprecio de los consejos evangélicos.

Oración jaculatoria. – Corazón de Jesús, Víctima de los pecadores, ¡tened piedad de nosotros!

Letanías de reparación…

DÍA SEIS

Ofrenda para cada día.

Divino Salvador Jesús, Os ofrezco, por el Corazón compasivo de María, las oraciones, trabajos y sufrimientos de este día, en reparación de mis ofensas y de todas las intenciones que tenéis al inmolaros continuamente en el altar.

Hoy me uno a Jesús sudando sangre en Getsemaní.

En el Huerto de la Agonía, Jesús Se sostiene en la inmolación por la plena adhesión a la voluntad de Su Padre: «Padre Santo, que se haga Vuestra voluntad y no la Mía».

Reparación. – Con mi amor, quiero reparar los ultrajes hechos a Nuestro Señor

  • por los hombres que, en las pruebas, se rebelan contra Dios y van a la desesperación…

Oración jaculatoria. – Padre Santo, Os ofrezco la preciosísima Sangre de Jesús en expiación de mis pecados, por la conversión de los pecadores y por las necesidades de la santa Iglesia.

Letanías de reparación…

DÍA SIETE

Ofrenda para cada día.

Divino Salvador Jesús, Os ofrezco, por el Corazón compasivo de María, las oraciones, trabajos y sufrimientos de este día, en reparación de mis ofensas y de todas las intenciones que tenéis al inmolaros continuamente en el altar.

Hoy me uno a Jesús traicionado por Judas.

Jesús Se acerca al traidor y le dice: «Amigo, ¿a quién buscas?» y Judas se adelanta para darle un beso. – ¡Qué iniquidad e ingratitud por parte de Judas! Se olvida de los beneficios que ha recibido de su Maestro… sólo los aprovecha para traicionarle, y traicionarle con el signo de la amistad: ¡un beso! – Qué dulzura en el Corazón de Jesús! en toda Su actitud y en Sus palabras! A la ofensa, al beso de la traición, responde con estas palabras que deberían haber arrojado al culpable a Sus pies: «Amigo Mío, ¿por qué has venido aquí? ¡Judas, con un beso traicionaste al Hijo del Hombre!»

Reparación. – Por mi amor, quiero reparar los ultrajes hechos a Nuestro Señor:

  • por la traición hipócrita de los nuevos Judas en los tiempos actuales…

  • por el ultraje de esos besos que hacen reír a los demonios y llorar a los ángeles…

  • por la ingratitud de la resistencia a la gracia, que lleva al endurecimiento del corazón…

La Escritura nos dice: «Si oís la voz de Dios hoy, mirad que no endurezcáis vuestros corazones». Pidamos con humildad y desconfianza en nosotros mismos la gracia de la perseverancia… «El espíritu es veloz, pero la carne es débil», dijo Jesús.

Oración jaculatoria. – Oh Jesús, haced que Os ame siempre y siempre más.

Letanías de reparación…

 

DÍA OCHO

Ofrenda para cada día.

Divino Salvador Jesús, Os ofrezco, por el Corazón compasivo de María, las oraciones, trabajos y sufrimientos de este día, en reparación de mis ofensas y de todas las intenciones que tenéis al inmolaros continuamente en el altar.

Hoy me uno a Jesús, que fue golpeado por un siervo infame en el tribunal del sumo sacerdote Anás.

Jesús, cuya dignidad y nobleza son infinitas, es abofeteado por un esclavo insolente y grosero. – Recibe este insulto con extrema paciencia. «Dio Su mejilla para ser herido». (Jeremías.) – «Me quedé callado y humillado». (Salmo)

Reparación. – Por mi amor, quiero reparar los ultrajes hechos a Nuestro Señor:

  • por las palabras, los escritos, las películas, las canciones, las imágenes, que Lo tratan con más desprecio de lo que se trataría al último de los hombres.


Oración jaculatoria. – «Que todos los pueblos Os alaben, Señor; que todos los pueblos Os den gracias.» (Salmo)

Letanías de reparación…

DÍA NUEVE

Ofrenda para cada día.

Divino Salvador Jesús, Os ofrezco, por el Corazón compasivo de María, las oraciones, trabajos y sufrimientos de este día, en reparación de mis ofensas y de todas las intenciones que tenéis al inmolaros continuamente en el altar.

Hoy me uno a Jesús, que está ultrajado.

«No aparté Mi rostro de los que Me cubrieron de escupitajos y oprobios.» (Salmo) Escupen en la cara de nuestro Salvador. Es un castigo vil y deshonroso… Y Aquel que es tratado así es Aquel de quien el Profeta dijo: «Muéstranos Tu rostro y nos salvaremos».

Reparación.Por mi amor, quiero reparar los ultrajes hechos a Nuestro Señor:

  • por los que hacen que los crucifijos e incluso las Sagradas Hostias se utilicen para ceremonias diabólicas

  • por los que dicen: «Dios no existe. – Si hay un Dios, es inaccesible, no Se preocupa por nuestros asuntos».

Oración jaculatoria. – Corazón de Jesús, lleno de oprobio, ¡tened piedad de nosotros!

Letanías de reparación…

Compartir con los tuyos

Señal de la Cruz

En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre de Dios. Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Jesús! Vamos a caminar con Vos por el camino del calvario que fue tan doloroso para Vos. Háganos comprender la grandeza de Vuestros sufrimientos, toque nuestros corazones con tierna compasión al ver Vuestros tormentos, para aumentar en nosotros el arrepentimiento de nuestras faltas y el amor que deseamos tener por Vos.
Dígnaos aplicarnos a todos los infinitos méritos de Vuestra Pasión, y en memoria de Vuestras penas, tened misericordia de las almas del Purgatorio, especialmente de las más abandonadas.

Oh Divina María, Vos nos enseñasteis primero a hacer el Vía Crucis, obtenednos la gracia de seguir a Jesús con los sentimientos de Vuestro Corazón mientras Lo acompañabais en el camino del Calvario. Concédenos que podamos llorar con Vos, y que amemos a Vuestro divino Hijo como Vos. Pedimos esto en nombre de Su adorable Corazón. Amén.