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Oración al Corazón Inmaculado de María nuestra Madre y Mediadora
Oh Madre misericordiosa y clemente, reconocemos que hemos coronado de espinas a Vuestro divino Hijo, Jesús, nuestro Redentor, y que hemos desgarrado innumerables heridas en Vuestro tierno Corazón. Por ello hemos merecido los castigos de la justicia divina; pero ahora, arrepentidos, invocamos Vuestra protección y ayuda, refugiándonos en Vuestro Corazón materno, único refugio en el torbellino que asola el mundo.
Junto con la oración por nuestra propia salvación, acepta bondadosamente nuestra ferviente súplica de reparación por las numerosas ofensas cometidas a todas horas del día y de la noche por tantos hijos ingratos, para que, iluminados y atraídos por Vuestro amor maternal, encuentren también ellos refugio y salvación.
Oh María, Reina del cielo y de la tierra, Madre de Dios, Madre y Mediadora nuestra, Vos que sois todopoderosa con Dios y que queréis nuestra salvación, en esta hora triste y oscura que agobia a esta humanidad miserable y atormentada, en medio de las fuerzas crecientes y amenazantes del mal, haced descender con toda nuestra fe, la luz de Vuestro amor maternal sobre el mundo entero y, en particular, sobre los corazones infieles y endurecidos por el pecado, para que todos, unidos en un solo corazón en la fe y el amor del divino Corazón de Jesús, cantemos en todo el mundo el triunfo de Vuestra misericordia maternal. Amén.