Para la preservación del Depósito de la Fe.

¡Para que llegue el Reino de Dios!

MAGNIFICAT

La Orden del Magníficat de la Madre de Dios tiene la siguiente finalidad especial la preservación del Depósito de la Fe a través de la educación religiosa en todas sus formas. Dios la ha establecido como «baluarte contra la apostasía casi general» que ha invadido la cristiandad y en particular la Iglesia romana.

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Una historia para cada día...

El astrónomo y el globo terráqueo.

El erudito astrónomo y físico, Athanasius Kircher (+ en Roma 1680), tenía un amigo que negaba la existencia de Dios y afirmaba que los cuerpos celestes se habían producido espontáneamente. Un día, cuando este agnóstico volvió al estudio del jesuita, vio en un rincón un magnífico globo terráqueo. ¿Quién –preguntó al padre Kircher– hizo este globo terráqueo? – Nadie; es de él mismo. – ¡Te estás burlando de mí! – No, no lo estoy. Si los inmensos globos del firmamento no fueron creados, ¿por qué se necesita un artesano para esta pequeña bola?» El libertino se fue confundido y obligado a confesar que su principio era absurdo.

La existencia de Dios se deduce de la existencia de las criaturas.

Los poemas de Schiller producidos por el azar.

Un supuesto librepensador afirmó una vez, en presencia de un sacerdote, que el mundo es efecto del azar: «¡Ah!», dijo el sacerdote, «¿también sabe cómo se produjeron las obras de Schiller? Te lo diré. Schiller tenía una gran pila de papeles en su estudio. Las moscas, que por casualidad tenían las patas llenas de tinta, se paseaban por este papel, y las líneas resultantes daban lugar a trozos de versos. La ciencia ha demostrado que Schiller no tenía nada en común con su composición.

Si es absurdo creer que los poemas de Schiller son efecto de la casualidad y no de la inteligencia del poeta, es aún más absurdo creer en el origen fortuito del universo sin la asistencia de la Inteligencia divina.

Otras historias...

Señal de la Cruz

En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre de Dios. Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Jesús! Vamos a caminar con Vos por el camino del calvario que fue tan doloroso para Vos. Háganos comprender la grandeza de Vuestros sufrimientos, toque nuestros corazones con tierna compasión al ver Vuestros tormentos, para aumentar en nosotros el arrepentimiento de nuestras faltas y el amor que deseamos tener por Vos.
Dígnaos aplicarnos a todos los infinitos méritos de Vuestra Pasión, y en memoria de Vuestras penas, tened misericordia de las almas del Purgatorio, especialmente de las más abandonadas.

Oh Divina María, Vos nos enseñasteis primero a hacer el Vía Crucis, obtenednos la gracia de seguir a Jesús con los sentimientos de Vuestro Corazón mientras Lo acompañabais en el camino del Calvario. Concédenos que podamos llorar con Vos, y que amemos a Vuestro divino Hijo como Vos. Pedimos esto en nombre de Su adorable Corazón. Amén.