Para la preservación del Depósito de la Fe.

¡Para que llegue el Reino de Dios!

MAGNIFICAT

La Orden del Magníficat de la Madre de Dios tiene la siguiente finalidad especial la preservación del Depósito de la Fe a través de la educación religiosa en todas sus formas. Dios la ha establecido como «baluarte contra la apostasía casi general» que ha invadido la cristiandad y en particular la Iglesia romana.

Filter by Categories
Liturgia-es
Oración
Evangelio-Lecturas
Reflexiones
Historia

Este artículo también está disponible en: Français English Italiano

Demos gracias a Dios.

Demos gracias a Dios.

Esta oración de agradecimiento se recomienda como una oración vespertina.
¿Qué acción de gracias Os daré, Dios mío, por todas las cosas buenas que he recibido de Vos? Habéis pensado en mí desde toda la eternidad, me habéis sacado de la nada, habéis dado Vuestra vida para redimirme, y todavía me llenáis cada día con una infinidad de favores. ¡Ay! Señor, ¿qué puedo hacer en agradecimiento por tanta bondad? Uníos a mí, Espíritus benditos, para alabar al Dios de las misericordias, que nunca deja de hacer el bien a la más indigna e ingrata de Sus criaturas.

Comparte con los tuyos

¿Ha visto estas publicaciones?

Letanías a Nuestra Señora de Lourdes

En todas nuestras necesidades, imploremos a nuestra buena Madre del Cielo, que obra prodigios de gracia cada día en el lugar bendito de Lourdes, donde nos manifiesta Su amor de manera especial.

Ver »

Señal de la Cruz

En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre de Dios. Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Jesús! Vamos a caminar con Vos por el camino del calvario que fue tan doloroso para Vos. Háganos comprender la grandeza de Vuestros sufrimientos, toque nuestros corazones con tierna compasión al ver Vuestros tormentos, para aumentar en nosotros el arrepentimiento de nuestras faltas y el amor que deseamos tener por Vos.
Dígnaos aplicarnos a todos los infinitos méritos de Vuestra Pasión, y en memoria de Vuestras penas, tened misericordia de las almas del Purgatorio, especialmente de las más abandonadas.

Oh Divina María, Vos nos enseñasteis primero a hacer el Vía Crucis, obtenednos la gracia de seguir a Jesús con los sentimientos de Vuestro Corazón mientras Lo acompañabais en el camino del Calvario. Concédenos que podamos llorar con Vos, y que amemos a Vuestro divino Hijo como Vos. Pedimos esto en nombre de Su adorable Corazón. Amén.