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La solución a todos los problemas: El Santo Rosario
Este modo de rezar se llama Rosario, porque la repetición frecuente del Ave María forma una corona de rosas que colocamos sobre la cabeza de María, nuestra augusta Reina.
El Rosario completo consta de tres coronas. Una corona consiste en cinco decenas de Avemarías, cada una de ellas precedida por un Padre Nuestro.
Ahora bien, para rezar un rosario de forma fructífera, hay que
- recogerse por un momento y ponerse en presencia de Dios;
- determinar la gracia que se propone pedir a través de María;
- meditar un misterio por cada decena y avivar en el corazón el deseo de adquirir la virtud correspondiente a ese misterio.
Estos misterios se dividen en tres clases: Misterios Gozosos, Misterios Dolorosos y Misterios Gloriosos.
En la mayoría de Sus apariciones, especialmente en Lourdes y Fátima, Nuestra Señora lleva un rosario e insiste en el rezo diario del mismo. En Su última aparición en Fátima, Nuestra Señora Se presenta como «Nuestra Señora del Rosario».
El 26 de diciembre de 1957, la Hermana Lucía de Fátima tuvo una larga conversación con el Padre Agustín Fuentes. Le exhortó a dar a conocer el mensaje de la Santísima Virgen y el remedio que nuestra buena Madre ofreció a Sus hijos de la tierra para curarlos de todos los males del alma y del cuerpo: el rezo diario del Rosario. De tal manera que no hay ningún problema, por difícil que sea, temporal o especialmente espiritual, referente a la vida personal de cada uno de nosotros, de nuestras familias, de las familias del mundo o de las comunidades religiosas, o a la vida de los pueblos y naciones… no hay ningún problema, digo, por muy difícil que sea, que no podamos resolver rezando el Santo Rosario. Con el Santo Rosario nos salvaremos, nos santificaremos, consolaremos a Nuestro Señor y obtendremos la salvación de muchas almas.
Los Misterios del Rosario
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Misterios gozosos:
La Anunciación – Pidamos la virtud de la humildad. La Visitación – Pidamos la virtud de la caridad. El nacimiento de Jesús – Pidamos el desprendimiento de las cosas pasajeras. La Presentación de Jesús en el Templo – Pidamos la virtud de la obediencia. La pérdida y recuperación de Jesús en el Templo – Pidamos buscar la complacencia de Dios en todas nuestras acciones.Misterios dolorosos:
La agonía de Jesús en el Huerto de Getsemaní – Pidamos la contrición perfecta de nuestros pecados. La Flagelación de Jesús – Pidamos la virtud de la mortificación. La Coronación de Espinas – Pidamos la renuncia a nuestro juicio. Llevar la Cruz – Pidamos llevar la Cruz con gran amor. La Crucifixión y Muerte de Jesús – Pidamos la perseverancia final, la conversión de los pecadores y la liberación de las almas del Purgatorio.Misterios gloriosos:
La Resurrección de Jesús – Pidamos la virtud de la fe. La Ascensión de Jesús al Cielo – Pidamos un gran deseo para el Cielo, nuestro único Hogar. La Bajada del Espíritu Santo sobre la Santísima Virgen y los Apóstoles – Pidamos los dones y frutos del Espíritu Santo y la fidelidad a sus inspiraciones. La Asunción de la Santísima Virgen María al Cielo – Pidamos verdadera devoción a tan buena Madre. La Coronación de la Santísima Virgen María en el Cielo – Pidamos la perseverancia en la gracia para ser coronados un día en el Cielo.
Meditación de los Misterios del Rosario
Meditado por Padre Juan Gregorio de la Trinidad
Del Manual de Asociados del Rosario Perpetuo
para rezarlo con frutos – por San Luis María de Montfort
Meditaciones cortas con el Santo Evangelio
Textos y Audio de las Meditaciones