Para la preservación del Depósito de la Fe.

¡Para que llegue el Reino de Dios!

MAGNIFICAT

La Orden del Magníficat de la Madre de Dios tiene la siguiente finalidad especial la preservación del Depósito de la Fe a través de la educación religiosa en todas sus formas. Dios la ha establecido como «baluarte contra la apostasía casi general» que ha invadido la cristiandad y en particular la Iglesia romana.

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Una historia para cada día...

San José

Se invoca el santo nombre de José.

Cuentan personas confiables que un joven de mal carácter, cediendo a la desesperación, un día comenzó a llamar a los demonios. Les conjuró para que lo arrojaran a un pozo de la casa y se llevaran su alma a los fuegos eternos. Y, de repente, vio a esos demonios con distintas apariencias preparándose para cumplir su deseo. Eran tan horribles que el joven, asustado, se arrepintió de su fatal petición. Inmediatamente, este joven desesperado, embargado por la confianza, invocó a San José, y ante la invocación de este nombre, todos sus enemigos huyeron. Este desafortunado joven volvió entonces a sí mismo, reformó su vida y, recordando la gracia obtenida por su benefactor, mandó hacer un cuadro votivo que puede verse en Roma en la iglesia de la Rotonda. (Pedini, Mes de San José).

Curación obtenida por San José.

Hace tiempo que un alumno se vio reducido por su mala salud a poder seguir su clase sólo a distancia. Uno de sus maestros le sugirió la idea de realizar una novena en honor a San José, y decidió hacerlo con la firme confianza de recuperarse; pero apenas comenzó, se sintió mucho peor que antes, y se vio obligado a permanecer en cama. «Tanto mejor, dijo, ¡pues sólo se hará más evidente el poder de San José!» Decía la verdad, pues al final de la novena se encontró completamente curado y con fuerzas para retomar sus estudios y ponerse al nivel de la clase. Poco después, su hermana le dijo que estaba enferma, y él le respondió que conocía un remedio soberano, que lo único que tenía que hacer era invocar a San José, y que el que había curado al hermano también curaría a la hermana. (Padre Patrignagni)

Como siempre vivió en perfecta armonía de corazón y alma con Jesús y María, San José tiene el poder de ayudarnos en nuestro camino hacia la perfección.

Otras historias...

Señal de la Cruz

En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre de Dios. Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Jesús! Vamos a caminar con Vos por el camino del calvario que fue tan doloroso para Vos. Háganos comprender la grandeza de Vuestros sufrimientos, toque nuestros corazones con tierna compasión al ver Vuestros tormentos, para aumentar en nosotros el arrepentimiento de nuestras faltas y el amor que deseamos tener por Vos.
Dígnaos aplicarnos a todos los infinitos méritos de Vuestra Pasión, y en memoria de Vuestras penas, tened misericordia de las almas del Purgatorio, especialmente de las más abandonadas.

Oh Divina María, Vos nos enseñasteis primero a hacer el Vía Crucis, obtenednos la gracia de seguir a Jesús con los sentimientos de Vuestro Corazón mientras Lo acompañabais en el camino del Calvario. Concédenos que podamos llorar con Vos, y que amemos a Vuestro divino Hijo como Vos. Pedimos esto en nombre de Su adorable Corazón. Amén.