Para la preservación del Depósito de la Fe.

¡Para que llegue el Reino de Dios!

MAGNIFICAT

La Orden del Magníficat de la Madre de Dios tiene la siguiente finalidad especial la preservación del Depósito de la Fe a través de la educación religiosa en todas sus formas. Dios la ha establecido como «baluarte contra la apostasía casi general» que ha invadido la cristiandad y en particular la Iglesia romana.

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Una historia para cada día...

San José

Estudiantes sin talento protegidos por San José.

Era el mes de abril, y acabábamos de terminar los ejercicios del mes de San José, que celebrábamos por primera vez en el colegio. Un alumno de tercer curso le dijo a su hermano menor, que estaba en la misma clase que él: «Desde que he aprendido a conocer y rezar a San José, mis lecciones y mis deberes no me cuestan nada. Cuando te sientas avergonzado por algo, reza a San José, y verás que después todo irá bien». Dos días más tarde, se entregaba una gran composición, que debía valer tres, una composición trimestral que era, por tanto, bastante importante y decisiva tanto para el boletín de notas como para los premios. En el tercer año, fue una versión latina muy difícil. El mayor entendió la tarea e hizo una copia excelente; fue el primero. El más joven trató de entender, hojeó su diccionario, puso la cabeza entre las manos; en vano trabajó, no vio nada, no entendió, era demasiado difícil. Ya ha pasado la mitad del tiempo y aún no se ha hecho nada. «Voy a ser el último, dijo el jovencito bueno, lo que me pondrá en el penúltimo lugar en excelencia en mi tarjeta de calificaciones». Y mientras decía esto, estaba muy triste. Pero de repente un rayo brilló en su corazón, era el de la esperanza. Se acordó de San José, y rezó un Padre Nuestro y un Ave en su honor: «¡Ah!, le dijo a su hermano en la recreación, San José me ha hecho encontrar lo que no podía encontrar, estoy seguro de que seré el segundo.» No se equivocaba: su copia era casi tan buena como la de su hermano mayor. Y contó este hecho con gratitud. ¡Un buen joven! Murió al año siguiente una muerte preciosa ante Dios.

(Citamos este hecho textualmente, ya que nos lo comunicó el capellán de un colegio dirigido por los Padres Maristas. Maristas).

Ningún problema está más allá del poder de San José. ¡Ay! Con demasiada frecuencia nos olvidamos de recurrir a él en nuestras necesidades.

Otras historias...

Señal de la Cruz

En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre de Dios. Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Jesús! Vamos a caminar con Vos por el camino del calvario que fue tan doloroso para Vos. Háganos comprender la grandeza de Vuestros sufrimientos, toque nuestros corazones con tierna compasión al ver Vuestros tormentos, para aumentar en nosotros el arrepentimiento de nuestras faltas y el amor que deseamos tener por Vos.
Dígnaos aplicarnos a todos los infinitos méritos de Vuestra Pasión, y en memoria de Vuestras penas, tened misericordia de las almas del Purgatorio, especialmente de las más abandonadas.

Oh Divina María, Vos nos enseñasteis primero a hacer el Vía Crucis, obtenednos la gracia de seguir a Jesús con los sentimientos de Vuestro Corazón mientras Lo acompañabais en el camino del Calvario. Concédenos que podamos llorar con Vos, y que amemos a Vuestro divino Hijo como Vos. Pedimos esto en nombre de Su adorable Corazón. Amén.