Para la preservación del Depósito de la Fe.

¡Para que llegue el Reino de Dios!

MAGNIFICAT

La Orden del Magníficat de la Madre de Dios tiene la siguiente finalidad especial la preservación del Depósito de la Fe a través de la educación religiosa en todas sus formas. Dios la ha establecido como «baluarte contra la apostasía casi general» que ha invadido la cristiandad y en particular la Iglesia romana.

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Una historia para cada día...

San José

Salvado del naufragio.

Las almas piadosas, meditando sobre la huida de la Sagrada Familia a Egipto, han tenido la feliz inspiración de honrar a San José como patrón de los viajeros. He aquí un ejemplo en el que este pensamiento fue maravillosamente recompensado.

Un joven, comprometido con la marina mercante, dejaba su ciudad natal para ir de Le Havre a Marsella. Su piadosa hermana, al despedirse de él, había colocado en el bolsillo de su hábito una estatuilla de San José, y había rezado a este gran Santo para que bendijera el viaje y trajera de vuelta a su querido hermano sano y salvo.

Cuando el barco estaba a punto de llegar a Cádiz, el capitán ordenó al joven que fuera a tensar la cuerda de un mástil que, por desgracia, estaba podrido. Mientras cumplía la orden que le habían dado, la cuerda se rompió y fue arrojado al abismo. Permaneció allí durante una hora entera, intentando siempre, nadando y luchando contra las olas, alcanzar el barco, que parecía huir cuanto más se acercaba. Ya tenía las manos paralizadas y sus agotadas fuerzas se perdían sin retorno, cuando recordó la pequeña estatua de San José y la oración de su hermana. En seguida se reanimó su valor; invocó a su bendito Protector con fe y confianza, y prometió hacer rezar una misa en su honor si le salvaba de este inminente peligro. Inmediatamente su oración fue atendida, se sintió sostenido sobre las olas por una mano invisible, y consiguió llegar al barco mediante una cuerda que le lanzó el capitán. Salvado por la visible protección de San José, nuestro agradecido joven se apresuró a cumplir su voto. Asistió a la misa de acción de gracias con toda su familia, y rezó a la Esposa de María para que lo preservara y lo librara de todo peligro futuro.

Si San José escucha una oración tan corta, ¿qué no hará por los que le honran y le rezan cada día?

Otras historias...

Señal de la Cruz

En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre de Dios. Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Jesús! Vamos a caminar con Vos por el camino del calvario que fue tan doloroso para Vos. Háganos comprender la grandeza de Vuestros sufrimientos, toque nuestros corazones con tierna compasión al ver Vuestros tormentos, para aumentar en nosotros el arrepentimiento de nuestras faltas y el amor que deseamos tener por Vos.
Dígnaos aplicarnos a todos los infinitos méritos de Vuestra Pasión, y en memoria de Vuestras penas, tened misericordia de las almas del Purgatorio, especialmente de las más abandonadas.

Oh Divina María, Vos nos enseñasteis primero a hacer el Vía Crucis, obtenednos la gracia de seguir a Jesús con los sentimientos de Vuestro Corazón mientras Lo acompañabais en el camino del Calvario. Concédenos que podamos llorar con Vos, y que amemos a Vuestro divino Hijo como Vos. Pedimos esto en nombre de Su adorable Corazón. Amén.