Para la preservación del Depósito de la Fe.

¡Para que llegue el Reino de Dios!

MAGNIFICAT

La Orden del Magníficat de la Madre de Dios tiene la siguiente finalidad especial la preservación del Depósito de la Fe a través de la educación religiosa en todas sus formas. Dios la ha establecido como «baluarte contra la apostasía casi general» que ha invadido la cristiandad y en particular la Iglesia romana.

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Una historia para cada día...

La Sagrada Familia en oración

Los buenos frutos de la tentación

San Alfonso de Ligorio señala que el Señor siempre tiene en mente desprendernos de las cosas de la tierra, y hacernos desear más ardientemente las del cielo. «Las almas buenas -dice-, al verse asaltadas en todo momento y en todo lugar por tantos enemigos peligrosos, se aburren de la vida. Anhelan la hora en que puedan cantar con el Profeta: La red se ha roto, y hemos sido liberados. Querrían volar hacia Dios; pero están retenidos en la tierra, sujetos incesantemente a las tentaciones, esperando que llegue por fin la hora de dejarlo.» Debemos soportarlos hasta el final con paciencia y resignación, llenos de confianza en la misericordia de Dios, que no sólo no permitirá que seamos tentados más allá de nuestras fuerzas, sino que nos dará la gracia de adquirir nuevos méritos, y así multiplicar nuestra recompensa en el cielo.

Otras historias...

Señal de la Cruz

En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre de Dios. Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Jesús! Vamos a caminar con Vos por el camino del calvario que fue tan doloroso para Vos. Háganos comprender la grandeza de Vuestros sufrimientos, toque nuestros corazones con tierna compasión al ver Vuestros tormentos, para aumentar en nosotros el arrepentimiento de nuestras faltas y el amor que deseamos tener por Vos.
Dígnaos aplicarnos a todos los infinitos méritos de Vuestra Pasión, y en memoria de Vuestras penas, tened misericordia de las almas del Purgatorio, especialmente de las más abandonadas.

Oh Divina María, Vos nos enseñasteis primero a hacer el Vía Crucis, obtenednos la gracia de seguir a Jesús con los sentimientos de Vuestro Corazón mientras Lo acompañabais en el camino del Calvario. Concédenos que podamos llorar con Vos, y que amemos a Vuestro divino Hijo como Vos. Pedimos esto en nombre de Su adorable Corazón. Amén.