La Orden del Magníficat de la Madre de Dios tiene la siguiente finalidad especial la preservación del Depósito de la Fe a través de la educación religiosa en todas sus formas. Dios la ha establecido como «baluarte contra la apostasía casi general» que ha invadido la cristiandad y en particular la Iglesia romana.
El filósofo griego Diógenes instaló una tienda en el mercado de Atenas, donde colocó el siguiente cartel: Aquí se vende la sabiduría. Un aristócrata que pasaba por allí y del que se había reído este cartel, llamó a uno de sus esclavos, le dio tres sestercios (unos 60 céntimos) y le dijo: «Ve a este fanfarrón y pregúntale cuánta sabiduría vende por tres sestercios. El esclavo cumplió la orden de su amo y Diógenes, embolsándose las tres monedas, le dijo: «Vuelve a tu amo y llévale esta máxima: En todo, piensa en el fin.» Esta máxima gustó tanto al maestro que la hizo grabar sobre su puerta, para recordársela a todos los que entraban en su casa.
– Nadie ha recordado a los hombres su último fin con más frecuencia ni con más insistencia que Jesucristo. Por lo tanto, que cada uno de sus discípulos piense en ello continuamente.
LOCALIZACIÓN:
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(819) 688-6548
Señal de la Cruz
En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre de Dios. Amén.
Oración preparatoria
¡Oh Jesús! Vamos a caminar con Vos por el camino del calvario que fue tan doloroso para Vos. Háganos comprender la grandeza de Vuestros sufrimientos, toque nuestros corazones con tierna compasión al ver Vuestros tormentos, para aumentar en nosotros el arrepentimiento de nuestras faltas y el amor que deseamos tener por Vos.
Dígnaos aplicarnos a todos los infinitos méritos de Vuestra Pasión, y en memoria de Vuestras penas, tened misericordia de las almas del Purgatorio, especialmente de las más abandonadas.
Oh Divina María, Vos nos enseñasteis primero a hacer el Vía Crucis, obtenednos la gracia de seguir a Jesús con los sentimientos de Vuestro Corazón mientras Lo acompañabais en el camino del Calvario. Concédenos que podamos llorar con Vos, y que amemos a Vuestro divino Hijo como Vos. Pedimos esto en nombre de Su adorable Corazón. Amén.
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