Para la preservación del Depósito de la Fe.

¡Para que llegue el Reino de Dios!

MAGNIFICAT

La Orden del Magníficat de la Madre de Dios tiene la siguiente finalidad especial la preservación del Depósito de la Fe a través de la educación religiosa en todas sus formas. Dios la ha establecido como «baluarte contra la apostasía casi general» que ha invadido la cristiandad y en particular la Iglesia romana.

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Una historia para cada día...

Niño Jesús, ¡Te amo con todo mi corazón!

El protestante y la Biblia.

Un católico y un protestante discutían una vez sobre la tradición. Este último afirmaba que toda la revelación está contenida en la Biblia, que la tradición es inútil y carece de valor. Bien –respondió el católico–, tráeme tu Biblia y te demostraré inmediatamente que la tradición es necesaria. Una vez hecho esto, el protestante lo hojeó y le dijo: «Señor, yo le pedí los Libros Sagrados y no esta colección de fábulas. – Pero», respondió el otro, «esto es la Biblia. – ¿Cómo sabes que estos son los Libros Sagrados? – ¿Quién? Lo sé por mi padre, por mis antepasados, que durante siglos siempre han considerado este libro como divino. – ¡Así que esta es la tradición que no quieres admitir!

Por tanto, San Agustín tenía razón al decir: «No creería en las Escrituras si la autoridad de la Iglesia no garantizara su autenticidad.»

Otras historias...

Señal de la Cruz

En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre de Dios. Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Jesús! Vamos a caminar con Vos por el camino del calvario que fue tan doloroso para Vos. Háganos comprender la grandeza de Vuestros sufrimientos, toque nuestros corazones con tierna compasión al ver Vuestros tormentos, para aumentar en nosotros el arrepentimiento de nuestras faltas y el amor que deseamos tener por Vos.
Dígnaos aplicarnos a todos los infinitos méritos de Vuestra Pasión, y en memoria de Vuestras penas, tened misericordia de las almas del Purgatorio, especialmente de las más abandonadas.

Oh Divina María, Vos nos enseñasteis primero a hacer el Vía Crucis, obtenednos la gracia de seguir a Jesús con los sentimientos de Vuestro Corazón mientras Lo acompañabais en el camino del Calvario. Concédenos que podamos llorar con Vos, y que amemos a Vuestro divino Hijo como Vos. Pedimos esto en nombre de Su adorable Corazón. Amén.