Para la preservación del Depósito de la Fe.

¡Para que llegue el Reino de Dios!

MAGNIFICAT

La Orden del Magníficat de la Madre de Dios tiene la siguiente finalidad especial la preservación del Depósito de la Fe a través de la educación religiosa en todas sus formas. Dios la ha establecido como «baluarte contra la apostasía casi general» que ha invadido la cristiandad y en particular la Iglesia romana.

Filter by Categories
Liturgia-es
Oración
Evangelio-Lecturas
Reflexiones
Historia

Una historia para cada día...

Niño Jesús, ¡Te amo con todo mi corazón!

Nochebuena de San Jerónimo

Una noche de Navidad, Jerónimo, el gran recluso de Belén, estaba rezando en la gruta bendita. Cuántas veces, en aquella santa vigilia, tembló al besar el sagrado pesebre donde el Salvador del mundo quiso nacer por nosotros.

Pero de repente, ¡oh maravilla! ¡Oh, amor! La noche se iluminó con un brillo encantador, brilló como un día radiante. El Niño–Dios estaba allí, extendiendo sus brazos divinos a su fiel amigo.

«Jerónimo», le dijo, «oh, mira Mi pobreza. A tu Dios que pide limosna, ¿qué regalo le harás?

– A Ti, oh Rey del amor, mi corazón, mis bienes, mi vida.

– Eso no es suficiente, dame más.

– Todo lo que he recibido de Tu bendita mano, todo lo que con Tu gracia he podido hacer por Ti, todos mis trabajos, Señor, mis lágrimas, mis oraciones, mis largas noches de estudio y mis días de dolor…, todo es Tuyo, Jesús, tómalo sólo para Ti.

– No, quiero más», dijo el Divino Niño.

– ¿Qué esperas todavía, mi tierno amor? Te he dado todo, no me queda nada… Habla, ¿qué quieres? ¿Quieres que vierta al pie de Tu altar, gota a gota mi sangre en el cáliz de oro?

– No, hijo Mío, si he dejado los esplendores de Mi Cielo, no es que necesite los tesoros de los mortales, sino que tengo hambre de derramar los dones de Mi amor, los tesoros de Mi gracia, en las almas en grandes torrentes. Destruyendo todo obstáculo, quiero que un fuego divino los encienda para siempre: Entrégame tus pecados… para que los borre».

– ¿Cómo se pueden entregar los pecados al Niño–Dios? – En primer lugar, hay que reconocerlos, luego arrepentirse y pedir perdón a Dios con el firme propósito de no volver a cometerlos. Deben ser confesados al sacerdote lo antes posible. Y Dios, cuya misericordia supera el mayor de nuestros crímenes, ya que es infinita, nos perdona siempre. Por lo tanto, debemos tener una fe inquebrantable en Su Amor y Misericordia.

Otras historias...

Señal de la Cruz

En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre de Dios. Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Jesús! Vamos a caminar con Vos por el camino del calvario que fue tan doloroso para Vos. Háganos comprender la grandeza de Vuestros sufrimientos, toque nuestros corazones con tierna compasión al ver Vuestros tormentos, para aumentar en nosotros el arrepentimiento de nuestras faltas y el amor que deseamos tener por Vos.
Dígnaos aplicarnos a todos los infinitos méritos de Vuestra Pasión, y en memoria de Vuestras penas, tened misericordia de las almas del Purgatorio, especialmente de las más abandonadas.

Oh Divina María, Vos nos enseñasteis primero a hacer el Vía Crucis, obtenednos la gracia de seguir a Jesús con los sentimientos de Vuestro Corazón mientras Lo acompañabais en el camino del Calvario. Concédenos que podamos llorar con Vos, y que amemos a Vuestro divino Hijo como Vos. Pedimos esto en nombre de Su adorable Corazón. Amén.