Para la preservación del Depósito de la Fe.

¡Para que llegue el Reino de Dios!

MAGNIFICAT

La Orden del Magníficat de la Madre de Dios tiene la siguiente finalidad especial la preservación del Depósito de la Fe a través de la educación religiosa en todas sus formas. Dios la ha establecido como «baluarte contra la apostasía casi general» que ha invadido la cristiandad y en particular la Iglesia romana.

Filter by Categories
Liturgia-es
Oración
Evangelio-Lecturas
Reflexiones
Historia

Una historia para cada día...

Niño Jesús, ¡Te amo con todo mi corazón!

Misioneros en los trópicos.

Si ponemos nuestra fe en el testimonio de los hombres honestos, tanto más debemos creer en Dios.

En siglos pasados, cuando la mayoría de los hombres sólo conocían su propia parte del país, un misionero europeo dijo una vez a los habitantes de un país ecuatorial que en su país el agua se hacía lo suficientemente fuerte en invierno como para transportar un elefante. A sus oyentes, que nunca habían visto otra cosa que agua líquida o hirviendo, les resultaba muy difícil admitirlo: pero, como estimaban al misionero como un hombre honesto, creyeron en la verdad del hecho que les había contado.

El testimonio de Dios sigue siendo más importante que el testimonio de un hombre.

Pitágoras y sus discípulos.

El filósofo griego Pitágoras era tan apreciado por sus seguidores por su sabiduría y carácter que creían en todo lo que enseñaba. Cuando uno de sus discípulos discutía una opinión, bastaba con decirle: «El maestro lo ha dicho», y nadie ponía en duda la veracidad de la afirmación.

Cuánto más debemos creer en el Hijo de Dios que no puede engañar ni caer en el error.

Otras historias...

Señal de la Cruz

En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre de Dios. Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Jesús! Vamos a caminar con Vos por el camino del calvario que fue tan doloroso para Vos. Háganos comprender la grandeza de Vuestros sufrimientos, toque nuestros corazones con tierna compasión al ver Vuestros tormentos, para aumentar en nosotros el arrepentimiento de nuestras faltas y el amor que deseamos tener por Vos.
Dígnaos aplicarnos a todos los infinitos méritos de Vuestra Pasión, y en memoria de Vuestras penas, tened misericordia de las almas del Purgatorio, especialmente de las más abandonadas.

Oh Divina María, Vos nos enseñasteis primero a hacer el Vía Crucis, obtenednos la gracia de seguir a Jesús con los sentimientos de Vuestro Corazón mientras Lo acompañabais en el camino del Calvario. Concédenos que podamos llorar con Vos, y que amemos a Vuestro divino Hijo como Vos. Pedimos esto en nombre de Su adorable Corazón. Amén.