La Ascensión de Jesús al Cielo
Texto extraído de: Jesucristo, Su Vida, Su Pasión, Su Triunfo, por el Padre Auguste Berthe, cssr
(Evangelio, San Marcos 16:19-20; San Lucas 24:49-53; Hechos 1)
Novena a la Virgen de Fátima
Comienza el 4 de mayo. – Se puede hacer del 4 al 12 de cada mes.
Novena a la Divina Misericordia.
Esta novena comienza el Viernes Santo.
historia0430-¿Sin pecado? – ¡Una excepción!
Como el hombre es una criatura débil en cuerpo y alma, nadie puede, sin carecer de razón y sentido común, creerse libre de pecado. Sólo la Madre de Dios fue preservada de toda mancha por un privilegio especial. Todo hombre es un pecador. Aquellos que dicen estar libres de culpa son a menudo los mayores pecadores.
historia0429-La aparición de una madre cerca del precipicio.
Ejemplo de una devoción, basada en la ayuda de San Antonio, que es una prueba sorprendente de la intercesión de los Santos por nosotros.
historia0428-Dos niños llaman a un sacerdote para que atienda a un moribundo.
Es probable que Dios permitiera que los hijos fallecidos acudieran así en ayuda de su padre moribundo. A través de la comunión de los santos, nuestros padres difuntos son nuestros intercesores y ayudantes ante Dios, especialmente cuando están en el cielo.
historia0427-La oración de la madre moribunda en la cárcel.
La intercesión de los cristianos entre sí es tan poderosa que Santiago ya exhortaba a los cristianos a «rezar unos por otros para salvarse» (Santiago 5,16). Es sobre todo la oración de una madre por su hijo la que Dios ama responder.
historia0426-El emperador Enrique IV, Federico Barbarroja, Federico II, Felipe el Hermoso.
El final de Judas y de Herodes, asesino de los Inocentes, es también un ejemplo aterrador del infeliz final de todos los perseguidores de la Iglesia.
historia0425-Napoleón y Pío VII.
Un católico que observe estos maravillosos acontecimientos se verá llevado a pensar seriamente en la acción de la Divina Providencia para la protección de la Iglesia, mientras que un enemigo del catolicismo se negará a ver en ellos más que una casualidad.
historia0424-Después de Diocleciano, Constantino.
La Iglesia es como la barca de Pedro en el lago de Genesaret: una furiosa tormenta se desata mientras el Señor parece estar dormido, pero de repente se levanta y ordena al mar que se calme.