La lema para 2023: La Paciencia
Les deseo esta virtud cristiana de la paciencia.
La Orden del Magníficat de la Madre de Dios tiene la siguiente finalidad especial la preservación del Depósito de la Fe a través de la educación religiosa en todas sus formas. Dios la ha establecido como «baluarte contra la apostasía casi general» que ha invadido la cristiandad y en particular la Iglesia romana.
Adorad a Dios todos Sus Ángeles. Lo oyó y se alegró Sión: y se gozaron las hijas de Judá. Salmo: El Señor reinó, regocíjese la tierra: alégrense todas las Islas.
Omnipotente y sempiterno Dios, mira propicio nuestra flaqueza: y extiende, para protegernos, la diestra de Tu Majestad.
Hermanos: No os tengáis vosotros mismos por sabios: no devolváis a nadie mal por mal; haced el bien, no sólo ante Dios, sino también ante los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, tened paz con todos los hombres; no os defendáis a vosotros mismos, carísimos, sino dad lugar a la ira. Porque escrito está: Mía es la venganza; Yo pagaré, dice el Señor. Así que, si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Porque obrando así, amontonarás sobre su cabeza carbones de fuego. No te dejes vencer por el mal, sino vence el mal con el bien.
La caridad para con el prójimo que nos recomienda el Apóstol, tiene su raíz en la fraternidad universal que el Salvador vino a traernos del cielo con Su nacimiento. Vino a hacer paz entre el cielo y la tierra; deben, por tanto, los hombres vivir en paz unos con otros. Si nos recomienda el Señor, no dejarnos vencer por el mal, sino vencer el mal con el bien es porque El mismo lo practicó descendiendo hasta los hijos de ira para hacer hijos de adopción, por medio de Sus humillaciones y sufrimientos.
Señor, las gentes temerán Tu nombre, y todos los reyes de la tierra Tu gloria. Porque el Señor ha edificado a Sión: y será visto en Su majestad. Aleluya, aleluya. El Señor reinó, regocíjese la tierra: alégrense todas las Islas. Aleluya.
En aquel tiempo, habiendo bajado Jesús del monte, Le siguieron grandes multitudes: y he aquí que un leproso, acercándose, Le adoró, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Y Jesús, extendiendo Su mano, le tocó, diciendo: Quiero, sé limpio. Y al punto se limpió su lepra. Y le dijo Jesús: Mira, no se lo digas a nadie; antes, vete, muéstrate al sacerdote, y ofrece tu sacrificio, el que estableció Moisés, para testimonio ante ellos. Y, habiendo entrado en Cafarnaún se acercó a Él un Centurión, rogándole y diciéndole: Señor, mi siervo yace en casa paralítico, y es muy atormentado. Y le dijo Jesús: Iré Yo y le curaré. Y, respondiendo el centurión, dijo: Señor, yo no soy digno de que entres bajo mi techo: dílo sólo una palabra y sanará mi siervo. Porque también yo soy un hombre, constituido bajo potestad, que tengo soldados a mis órdenes. Y le digo a este: Vete, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. Al oírle Jesús, Se admiró, y dijo a los que Le seguían: En verdád os digo: No he hallado una fe tan grande en Israel. Y también os digo que vendrán muchos de Oriente y de Occidente, y se sentarán con Abrahán e Isaac y Jacob en el reino de los cielos: mas, los hijos del reino serán arrojados en las tinieblas exteriores: allí será el llanto y el crujir de dientes. Y dijo Jesús al centurión: Vete; y, como has creído, te suceda. Y sanó su siervo en aquel instante.
El género humano padecía la lepra del pecado: el Hijo de Dios Se ha dignado tocarle en el misterio de la Encarnación, devolviéndole la salud; pero, exige que el enfermo curado vaya a ver al sacerdote, y realice las ceremonias prescritas por la Ley, para demostrar que asocia al sacerdocio humano a la obra de nuestra redención. En la fe del Centurión aparece también la vocación de los Gentiles, cuyas primicias fueron los Magos. Un soldado romano y muchos millones semejantes a él, serán considerados como verdaderos hijos de Abrahán, de Isaac y de Jacob, mientras que hijos directos de estos Patriarcas serán arrojados fuera de la sala del banquete, a las tinieblas de la obcecación; su castigo será ejemplar para todos los pueblos.
El hombre, salvado por la venida del Emmanuel canta el poder de Dios, que ha desplegado en nuestra redención la fortaleza de Su brazo. El hombre estaba condenado a muerte eterna; pero, no morirá, pues tiene a un Dios por hermano; vivirá, a fin de poder publicar las maravillas del Dios que le ha salvado.
Se admiraban todos de las palabras que salían de la boca de Dios. A los que nos haces, Señor, gozar de tan grandes Misterios, dígnate, Te lo suplicamos, adaptarnos realmente a sus efectos. Por nuestro Señor Jesucristo...
Les deseo esta virtud cristiana de la paciencia.
En todas nuestras necesidades, imploremos a nuestra buena Madre del Cielo, que obra prodigios de gracia cada día en el lugar bendito de Lourdes, donde nos manifiesta Su amor de manera especial.
Les deseo la santidad. Deseo que sean como Jesucristo.
Jesucristo, que tanto sufrió por la salvación de todos los hombres, Se apresura a responder a las oraciones que ofrecemos por la conversión de las almas perdidas.
«¡Cuanto más Me honréis, tanto más les bendeciré!»
LOCALIZACIÓN:
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CP 4478 Mont-Tremblant QC J8E 1A1 Canada
(819) 688-5225
(819) 688-6548
Señal de la Cruz
En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre de Dios. Amén.
Oración preparatoria
¡Oh Jesús! Vamos a caminar con Vos por el camino del calvario que fue tan doloroso para Vos. Háganos comprender la grandeza de Vuestros sufrimientos, toque nuestros corazones con tierna compasión al ver Vuestros tormentos, para aumentar en nosotros el arrepentimiento de nuestras faltas y el amor que deseamos tener por Vos.
Dígnaos aplicarnos a todos los infinitos méritos de Vuestra Pasión, y en memoria de Vuestras penas, tened misericordia de las almas del Purgatorio, especialmente de las más abandonadas.
Oh Divina María, Vos nos enseñasteis primero a hacer el Vía Crucis, obtenednos la gracia de seguir a Jesús con los sentimientos de Vuestro Corazón mientras Lo acompañabais en el camino del Calvario. Concédenos que podamos llorar con Vos, y que amemos a Vuestro divino Hijo como Vos. Pedimos esto en nombre de Su adorable Corazón. Amén.
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