Para la preservación del Depósito de la Fe.

¡Para que llegue el Reino de Dios!

MAGNIFICAT

La Orden del Magníficat de la Madre de Dios tiene la siguiente finalidad especial la preservación del Depósito de la Fe a través de la educación religiosa en todas sus formas. Dios la ha establecido como «baluarte contra la apostasía casi general» que ha invadido la cristiandad y en particular la Iglesia romana.

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El Magníficat

El Magníficat

Luego de recibir las felicitaciones de su prima Isabel, la Virgen María devuelve toda la gloria a Dios a través de este cántico, que expresa su humildad y gratitud.
Glorifica Mi alma al Señor.
Y se regocija Mi espíritu en Dios Salvador Mío.
Porque miró la pequeñez de Su Sierva: por tanto, Me llamarán bienaventurada todas las generaciones.
Porque ha hecho en Mí cosas grandes el Todopoderoso: y Su Nombre es santo.
Y Su misericordia se extiende de generación en generación a los que Le temen.
Hizo prodigios con Su brazo, desbarató los proyectos de los soberbios.
Destronó a los poderosos, y exaltó a los humildes.
A los hambrientos llenó de bienes, y dejó vacíos a los ricos.
Recibió a Israel, Su siervo, acordándose de Su misericordia.
Según lo que había prometido a nuestros Padres, Abrahán y su descendencia para siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, y a la Madre de Dios.
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

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En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre de Dios. Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Jesús! Vamos a caminar con Vos por el camino del calvario que fue tan doloroso para Vos. Háganos comprender la grandeza de Vuestros sufrimientos, toque nuestros corazones con tierna compasión al ver Vuestros tormentos, para aumentar en nosotros el arrepentimiento de nuestras faltas y el amor que deseamos tener por Vos.
Dígnaos aplicarnos a todos los infinitos méritos de Vuestra Pasión, y en memoria de Vuestras penas, tened misericordia de las almas del Purgatorio, especialmente de las más abandonadas.

Oh Divina María, Vos nos enseñasteis primero a hacer el Vía Crucis, obtenednos la gracia de seguir a Jesús con los sentimientos de Vuestro Corazón mientras Lo acompañabais en el camino del Calvario. Concédenos que podamos llorar con Vos, y que amemos a Vuestro divino Hijo como Vos. Pedimos esto en nombre de Su adorable Corazón. Amén.