Para la preservación del Depósito de la Fe.

¡Para que llegue el Reino de Dios!

MAGNIFICAT

La Orden del Magníficat de la Madre de Dios tiene la siguiente finalidad especial la preservación del Depósito de la Fe a través de la educación religiosa en todas sus formas. Dios la ha establecido como «baluarte contra la apostasía casi general» que ha invadido la cristiandad y en particular la Iglesia romana.

Filter by Categories
Liturgia-es
Oración
Evangelio-Lecturas
Reflexiones
Historia

Una historia para cada día...

Sagrada Familia

La prueba de la existencia de Dios en el bolsillo.

Balmes, el gran pensador español, a veces bromeaba diciendo que llevaba la prueba de la existencia de Dios en su chaleco. Era su reloj del que hablaba. Su broma contenía el siguiente razonamiento: Mi reloj con sus engranajes requiere un trabajador, un hábil relojero.

Con mayor razón se necesitaba una inteligencia infinita para la gran máquina de las estrellas que se mueve en el firmamento con tanta precisión.

El banco en el bosque.

Dos amigos, uno de los cuales era incrédulo, hicieron un día una excursión al bosque, y después de caminar un largo trecho, se sentaron en un banco a descansar. «Mira», dijo el amigo creyente a su compañero, «estas cuatro estacas clavadas en el suelo y la tabla clavada en ellas. ¿Pretenderás que este banco organizado para sentarse es de fabricación propia o que ha crecido como una seta? Evidentemente, era la obra de un artesano que con la disposición de las piezas quería alcanzar el objetivo concebido en su mente. Si una cosa tan simple presupone una mente, con mayor razón el cuerpo humano, ese maravilloso organismo, las plantas y los animales, requieren un Ser soberanamente sabio que los haya adaptado a su propósito.

De la armonía del cuerpo humano y de toda la naturaleza, debemos concluir que existe un Creador supremo.

Otras historias...

Señal de la Cruz

En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre de Dios. Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Jesús! Vamos a caminar con Vos por el camino del calvario que fue tan doloroso para Vos. Háganos comprender la grandeza de Vuestros sufrimientos, toque nuestros corazones con tierna compasión al ver Vuestros tormentos, para aumentar en nosotros el arrepentimiento de nuestras faltas y el amor que deseamos tener por Vos.
Dígnaos aplicarnos a todos los infinitos méritos de Vuestra Pasión, y en memoria de Vuestras penas, tened misericordia de las almas del Purgatorio, especialmente de las más abandonadas.

Oh Divina María, Vos nos enseñasteis primero a hacer el Vía Crucis, obtenednos la gracia de seguir a Jesús con los sentimientos de Vuestro Corazón mientras Lo acompañabais en el camino del Calvario. Concédenos que podamos llorar con Vos, y que amemos a Vuestro divino Hijo como Vos. Pedimos esto en nombre de Su adorable Corazón. Amén.