Novena al Santo Niño Jesús de Belén

Del libro Belén, o la Escuela del Niño Jesús, por Mons. Jean Joseph Gaume
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La Palabra Eterna, de grande Se convirtió en un niño pequeño. Oh dulce Jesús, Verbo Eterno hecho carne, Os doy las gracias por haber ocultado la grandeza de Vuestra Divinidad bajo la apariencia de un pequeño Niño. Venís, como Príncipe de la Paz, a mediar entre el hombre pecador y el Dios ofendido. Os hacéis pequeño para atraer nuestros corazones. Vos obedecéis para reparar. Los pañales débiles aprisionan Vuestra omnipotencia, para mostrar que es por la fuerza de Vuestra obediencia que realizáis la salvación del mundo. Oh, mi querido Niñito, quiero imitaros y convertirme en un niño a mi vez, ya que sólo a este precio podré complaceros y entrar en Vuestro reino. Envolved mi voluntad rebelde en los pañales de Vuestra Divina Voluntad, pues estoy decidido a conformar mis deseos a los Vuestros como un niño dócil. Por los méritos de Vuestra Santa Infancia, que Vuestra Santa Voluntad sea en lo sucesivo la regla de todos mis deseos y acciones. Amén. Invocación Divino Niño Jesús, que para la salvación del mundo habéis querido nacer en un establo y acostaros en un pesebre sobre un poco de paja: tened piedad de mí. María y José, rogad al Niño Jesús por mí. Gloria al Padre…
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Novena al Santo Niño Jesús de Belén

Del libro Belén, o la Escuela del Niño Jesús, por Mons. Jean Joseph Gaume
La Palabra Eterna, de grande Se convirtió en un niño pequeño. Oh dulce Jesús, Verbo Eterno hecho carne, Os doy las gracias por haber ocultado la grandeza de Vuestra Divinidad bajo la apariencia de un pequeño Niño. Venís, como Príncipe de la Paz, a mediar entre el hombre pecador y el Dios ofendido. Os hacéis pequeño para atraer nuestros corazones. Vos obedecéis para reparar. Los pañales débiles aprisionan Vuestra omnipotencia, para mostrar que es por la fuerza de Vuestra obediencia que realizáis la salvación del mundo. Oh, mi querido Niñito, quiero imitaros y convertirme en un niño a mi vez, ya que sólo a este precio podré complaceros y entrar en Vuestro reino. Envolved mi voluntad rebelde en los pañales de Vuestra Divina Voluntad, pues estoy decidido a conformar mis deseos a los Vuestros como un niño dócil. Por los méritos de Vuestra Santa Infancia, que Vuestra Santa Voluntad sea en lo sucesivo la regla de todos mis deseos y acciones. Amén. Invocación Divino Niño Jesús, que para la salvación del mundo habéis querido nacer en un establo y acostaros en un pesebre sobre un poco de paja: tened piedad de mí. María y José, rogad al Niño Jesús por mí. Gloria al Padre…