Para la preservación del Depósito de la Fe.

¡Para que llegue el Reino de Dios!

MAGNIFICAT

La Orden del Magníficat de la Madre de Dios tiene la siguiente finalidad especial la preservación del Depósito de la Fe a través de la educación religiosa en todas sus formas. Dios la ha establecido como «baluarte contra la apostasía casi general» que ha invadido la cristiandad y en particular la Iglesia romana.

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historia0413-Examen libre.

Jesucristo llama a la puerta de nuestro corazón.

La verdad es una. Un gato puede ser completamente negro o completamente blanco. Es imposible que todo sea blanco y negro al mismo tiempo. Si dos personas discuten, cada una de las cuales dice lo contrario, una de ellas está ciertamente equivocada. Puede estar ciega y equivocarse de buena fe, pero sigue estando equivocada.

historia0412-Los sacramentos entre los protestantes.

Jesucristo llama a la puerta de nuestro corazón.

Una religión que admite una libertad ilimitada en la exégesis de la Biblia y reconoce doctrinas contradictorias no puede ser la verdadera religión. La verdadera Iglesia de Cristo es una en todos los lugares y en todos los tiempos, pues la verdad es una, por lo que la única Iglesia verdadera es la que predica las mismas doctrinas en todas partes y siempre.

historia0411-Pío VII y el sastre.

Jesucristo llama a la puerta de nuestro corazón.

Al igual que las ramas y ramitas del árbol están íntimamente unidas al tronco y no pueden subsistir sin él, lo mismo ocurre con el clero respecto a la Santa Sede.

Señal de la Cruz

En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre de Dios. Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Jesús! Vamos a caminar con Vos por el camino del calvario que fue tan doloroso para Vos. Háganos comprender la grandeza de Vuestros sufrimientos, toque nuestros corazones con tierna compasión al ver Vuestros tormentos, para aumentar en nosotros el arrepentimiento de nuestras faltas y el amor que deseamos tener por Vos.
Dígnaos aplicarnos a todos los infinitos méritos de Vuestra Pasión, y en memoria de Vuestras penas, tened misericordia de las almas del Purgatorio, especialmente de las más abandonadas.

Oh Divina María, Vos nos enseñasteis primero a hacer el Vía Crucis, obtenednos la gracia de seguir a Jesús con los sentimientos de Vuestro Corazón mientras Lo acompañabais en el camino del Calvario. Concédenos que podamos llorar con Vos, y que amemos a Vuestro divino Hijo como Vos. Pedimos esto en nombre de Su adorable Corazón. Amén.