Para la preservación del Depósito de la Fe.

¡Para que llegue el Reino de Dios!

MAGNIFICAT

La Orden del Magníficat de la Madre de Dios tiene la siguiente finalidad especial la preservación del Depósito de la Fe a través de la educación religiosa en todas sus formas. Dios la ha establecido como «baluarte contra la apostasía casi general» que ha invadido la cristiandad y en particular la Iglesia romana.

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A San Jose custodio de las virgenes

Saint Joseph

San José cumplió perfectamente con su papel de padre putativo del Niño Dios y veló con gran diligencia por la Santísima Virgen María. Es nuestro gran protector y su poder nunca decepciona a los que confían en él.

A San Jose obrero

San José artesano

San José es el modelo y protector del trabajador que se gana el pan con el sudor de su frente.

A San Juan Bautista Precursor del Salvador

San Juan Bautista en la cárcel

La misión de Juan el Bautista era anunciar la venida del Salvador prometido a la tierra y preparar al pueblo predicando la oración y la penitencia. El martirio selló su vida y le ganó la gloria inmortal en el Cielo.

El Angelus

Annonciation de l'Archange Gabriel à la Vierge Marie

«Angelus» u oración del Ángel. Esta oración, que la Iglesia reza tres veces al día, conmemora la misión del Arcángel Gabriel enviado por Dios Padre a la Virgen María para anunciar la gran noticia: ¡Dios viene a hacerse hombre y María es elegida para ser Su Madre!

Señal de la Cruz

En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre de Dios. Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Jesús! Vamos a caminar con Vos por el camino del calvario que fue tan doloroso para Vos. Háganos comprender la grandeza de Vuestros sufrimientos, toque nuestros corazones con tierna compasión al ver Vuestros tormentos, para aumentar en nosotros el arrepentimiento de nuestras faltas y el amor que deseamos tener por Vos.
Dígnaos aplicarnos a todos los infinitos méritos de Vuestra Pasión, y en memoria de Vuestras penas, tened misericordia de las almas del Purgatorio, especialmente de las más abandonadas.

Oh Divina María, Vos nos enseñasteis primero a hacer el Vía Crucis, obtenednos la gracia de seguir a Jesús con los sentimientos de Vuestro Corazón mientras Lo acompañabais en el camino del Calvario. Concédenos que podamos llorar con Vos, y que amemos a Vuestro divino Hijo como Vos. Pedimos esto en nombre de Su adorable Corazón. Amén.