historia0315-Una muerte preciosa ante Dios.
Sin duda recordarán toda su vida que tuvieron la fiesta del Corpus Christi en su casa, que Jesús llegó allí entre las flores y que su padre expiró bajo la mirada de María y José, y con el sagrado Viático. ¡Oh, la hermosa y preciosa muerte!
historia0314-Una vocación a las misiones extranjeras.
Si San José se apresura a ayudarnos en nuestras necesidades temporales, ¡cuánto más ardientemente trabaja para asegurar nuestra salvación eterna!
historia0313-Una aparición.
Nadie duda del poder de la Santísima Virgen y de Su disposición a ayudar a todos los que piden Su protección en las tentaciones. El poder de San José también es grande; su celo es el mismo, y si los efectos son menos frecuentes, es porque se le invoca muy poco.
historia0312-Virtud de la limosna.
Es una idea excelente unir a nuestras oraciones un acto costoso: el sacrificio de algo querido por nuestro corazón añade un peso irresistible a nuestra súplica.
Primer Domingo de Cuaresma
El diablo llevó a Jesús a un monte muy alto, y mostrándole todos los reinos del mundo, Le dijo: «Te daré todas estas cosas, si te prosternas delante de mí y me adoras.» Entonces Jesús le dijo: «¡Atrás! Satanás; porque está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, y a Él sólo servirás.»
historia0310-Salvado del naufragio.
Si San José escucha una oración tan corta, ¿qué no hará por los que le honran y le rezan cada día?
historia0309-Protección en el momento de la muerte.
Así viven y mueren, llenas de serenidad, las almas que han tomado a San José como patrón y modelo. Seamos también nosotros, durante este mes y siempre, los imitadores de este gran Santo.
historia0308-El pequeño José protegido por su santo Patrón.
Ninguna oración de nuestra alma se pierde. El cielo está atento al menor de nuestros suspiros. Nuestras miserias terrenales son muy pequeñas comparadas con el poder de los Elegidos de Dios.
historia0307-San José inspira la devoción a María.
Los Santos del Cielo, nuestros predecesores, son muy sensibles al más mínimo gesto de devoción por nuestra parte. Nunca son ingratos y nos lo devuelven con profusión.
historia0306-Edificante muerte del Conde Joseph de Stolberg.
San José murió en los brazos de Jesús y María. Nunca deja de asistir a sus piadosos siervos en la hora de la muerte, la hora decisiva que fija nuestra eternidad.