Para la preservación del Depósito de la Fe.

¡Para que llegue el Reino de Dios!

MAGNIFICAT

La Orden del Magníficat de la Madre de Dios tiene la siguiente finalidad especial la preservación del Depósito de la Fe a través de la educación religiosa en todas sus formas. Dios la ha establecido como «baluarte contra la apostasía casi general» que ha invadido la cristiandad y en particular la Iglesia romana.

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Una historia para cada día...

La Sagrada Familia en oración

Las tentaciones no contaminan a las almas que aman a Dios

Santa Catalina de Siena juró desde su infancia vivir en castidad. Cuando entró en religión, el demonio no dejó de atormentarla con horribles pensamientos y representaciones contra la santa virtud de la pureza, pero ella nunca dio el menor consentimiento, sin dejar de rezar y resistir la tentación. Un día, cuando había sido sometida a una tentación más violenta de lo habitual, y el enemigo se había retirado finalmente, Jesucristo Se le apareció para consolarla. «¿Dónde estabas, oh mi divino Esposo -dijo-, cuando me vi en una situación tan terrible? – Yo estaba contigo, respondió Nuestro Señor. – ¿Estabas en medio de las abominaciones que rodeaban mi alma? – Esas abominaciones, respondió el Salvador, no te contaminaron, porque te resultaron aborrecibles; así que la lucha que sostuviste fue una fuente de mérito para ti.»

Otras historias...

Señal de la Cruz

En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre de Dios. Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Jesús! Vamos a caminar con Vos por el camino del calvario que fue tan doloroso para Vos. Háganos comprender la grandeza de Vuestros sufrimientos, toque nuestros corazones con tierna compasión al ver Vuestros tormentos, para aumentar en nosotros el arrepentimiento de nuestras faltas y el amor que deseamos tener por Vos.
Dígnaos aplicarnos a todos los infinitos méritos de Vuestra Pasión, y en memoria de Vuestras penas, tened misericordia de las almas del Purgatorio, especialmente de las más abandonadas.

Oh Divina María, Vos nos enseñasteis primero a hacer el Vía Crucis, obtenednos la gracia de seguir a Jesús con los sentimientos de Vuestro Corazón mientras Lo acompañabais en el camino del Calvario. Concédenos que podamos llorar con Vos, y que amemos a Vuestro divino Hijo como Vos. Pedimos esto en nombre de Su adorable Corazón. Amén.