Para la preservación del Depósito de la Fe.

¡Para que llegue el Reino de Dios!

MAGNIFICAT

La Orden del Magníficat de la Madre de Dios tiene la siguiente finalidad especial la preservación del Depósito de la Fe a través de la educación religiosa en todas sus formas. Dios la ha establecido como «baluarte contra la apostasía casi general» que ha invadido la cristiandad y en particular la Iglesia romana.

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historia0217-Escolares bajo el árbol.

Fue sin duda el ángel bueno quien había sugerido al sacerdote la idea de plantar sus jacintos para honrar a su padre, y le había salvado así de una muerte segura.

historia0216-La muerte de un obispo sordo y ciego.

El hombre que se somete a la voluntad de Dios es como una brújula que siempre tiende hacia el polo, por mucho que se agite. En todos los sufrimientos sólo tiene en cuenta a Dios y así conserva la paz interior.

historia0213-La cruz llena de ducados.

Dios actua con los pecadores como un padre con un hijo desobediente; los castiga para hacerlos dóciles, o como un cirujano que corta y quema la úlcera para salvar al paciente. Mediante el sufrimiento temporal, Él busca rescatarlos de la muerte eterna.

historia0212-El collar roto.

Lo que a veces nos parece una desgracia es a menudo una gran felicidad, una bendición de la divina Providencia.

Señal de la Cruz

En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre de Dios. Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Jesús! Vamos a caminar con Vos por el camino del calvario que fue tan doloroso para Vos. Háganos comprender la grandeza de Vuestros sufrimientos, toque nuestros corazones con tierna compasión al ver Vuestros tormentos, para aumentar en nosotros el arrepentimiento de nuestras faltas y el amor que deseamos tener por Vos.
Dígnaos aplicarnos a todos los infinitos méritos de Vuestra Pasión, y en memoria de Vuestras penas, tened misericordia de las almas del Purgatorio, especialmente de las más abandonadas.

Oh Divina María, Vos nos enseñasteis primero a hacer el Vía Crucis, obtenednos la gracia de seguir a Jesús con los sentimientos de Vuestro Corazón mientras Lo acompañabais en el camino del Calvario. Concédenos que podamos llorar con Vos, y que amemos a Vuestro divino Hijo como Vos. Pedimos esto en nombre de Su adorable Corazón. Amén.