Para la preservación del Depósito de la Fe.

¡Para que llegue el Reino de Dios!

MAGNIFICAT

La Orden del Magníficat de la Madre de Dios tiene la siguiente finalidad especial la preservación del Depósito de la Fe a través de la educación religiosa en todas sus formas. Dios la ha establecido como «baluarte contra la apostasía casi general» que ha invadido la cristiandad y en particular la Iglesia romana.

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  • Ser un Pastor

    Invoquemos a menudo al Espíritu Santo, pidámosle que nos transforme, que nos dé abundantemente el fuego del amor divino que nos hará verdaderos pastores con Jesús el Buen Pastor.

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    Las Rogativas

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    Invención de la Santa Cruz

    En 312, a petición de Dios, el emperador Constantino mandó poner la señal de la cruz en las insignias de su ejército y ganó una batalla decisiva. Así, concedió la libertad a los cristianos. Hacia el año 325, la madre del emperador, Santa Elena, hizo excavar en Tierra Santa y descubrió la verdadera Cruz en la que Jesús había sido crucificado. Este es el evento que celebramos hoy.

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    María Reina del mundo

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    La Asunción de María en el Cielo

    Con qué amor, con qué complacencia la Santísima Trinidad acogió a la Virgen María en el Cielo: el Padre recibió en Ella a Su amada Hija; el Hijo, a Su Madre; el Espíritu Santo, a Su Esposa. El Padre La llama a compartir Su poder, el Hijo Su sabiduría, y el Espíritu Santo Su amor.

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    Ver también

    Señal de la Cruz

    En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre de Dios. Amén.

    Oración preparatoria

    ¡Oh Jesús! Vamos a caminar con Vos por el camino del calvario que fue tan doloroso para Vos. Háganos comprender la grandeza de Vuestros sufrimientos, toque nuestros corazones con tierna compasión al ver Vuestros tormentos, para aumentar en nosotros el arrepentimiento de nuestras faltas y el amor que deseamos tener por Vos.
    Dígnaos aplicarnos a todos los infinitos méritos de Vuestra Pasión, y en memoria de Vuestras penas, tened misericordia de las almas del Purgatorio, especialmente de las más abandonadas.

    Oh Divina María, Vos nos enseñasteis primero a hacer el Vía Crucis, obtenednos la gracia de seguir a Jesús con los sentimientos de Vuestro Corazón mientras Lo acompañabais en el camino del Calvario. Concédenos que podamos llorar con Vos, y que amemos a Vuestro divino Hijo como Vos. Pedimos esto en nombre de Su adorable Corazón. Amén.