Para la preservación del Depósito de la Fe.

¡Para que llegue el Reino de Dios!

MAGNIFICAT

La Orden del Magníficat de la Madre de Dios tiene la siguiente finalidad especial la preservación del Depósito de la Fe a través de la educación religiosa en todas sus formas. Dios la ha establecido como «baluarte contra la apostasía casi general» que ha invadido la cristiandad y en particular la Iglesia romana.

Filter by Categories
Liturgia-es
Oración
Evangelio-Lecturas
Reflexiones
Historia

Este artículo también está disponible en: Français Italiano

Las historias más bellas...

  • Humildad y sencillez
  • Cuarto domingo después Pentecostes

    Jesús dijo a Simón Pedro: Entra más adentro, y lanzad vuestras redes para pescar. Y, respondiendo Simón, Le dijo: Maestro, hemos estado trabajando toda la noche, y no hemos pescado nada; pero, en Tu palabra, lanzaré la red. Y, habiendo hecho esto, pescaron una gran cantidad de peces: y se rompía su red.

    Leer »

    Quinto Domingo después Pentecostes

    Si ofrecieres tu presente en el altar, y te recordares allí de que tu hermano tiene algo contra ti: deja tu presente allí, ante el altar, y vete antes a reconciliarte con tu hermano: y, volviendo después, ofrecerás tu presente.

    Leer »

    historia0701-Los maravillos frutos de un buen libro

    Cuando la cena no estaba lista, el magistrado se enfadó con su mujer. Para calmarle y hacerle tener paciencia, ella le ofrece un libro para que lo lea. El magistrado se enfada aún más, tira el libro al suelo y arremete contra todos los presentes.

    Leer »

    historia0702-Conversión de Ignacio de Loyola

    Herido, sin saber qué hacer y aburrido hasta la saciedad durante su convalecencia, Ignacio pidió una novela para entretenerse. El Amadís y otros libros de caballería, tan profanos y peligrosos, eran famosos en aquella época, y las personas más honestas se deleitaban con ellos.

    Leer »

    historia0704-La fe, el apoyo de los mártires

    Mientras el joven era conducido al lugar de suplicio fuera de la ciudad, su madre, temiendo que no completara su glorioso sacrificio, le gritó desde las murallas: «Hijo mío, acuérdate del Dios vivo; ármate de constancia y fortaleza; eleva tu corazón a lo alto, y mira a Aquel que reina en el cielo.»

    Leer »

    historia0705-La oración de la jardinera

    ¡Cuál fue su asombro y admiración cuando la oyó recitar esta hermosa paráfrasis, esta paráfrasis igualmente piadosa y natural de la Oración Dominical! Confesó que nunca había escuchado a nadie rezar a Dios tan bien.

    Leer »

    historia0708-Oro de la paciencia

    Un rey tenía en prisión a dos de sus súbditos, cada uno de los cuales le debía una gran suma de dinero. Cuando vio que no podían pagar sus deudas porque no tenían nada, fue a la prisión y arrojó una bolsa llena de oro sobre la cabeza de cada uno de ellos…

    Leer »

    historia0709-El perdón en el corazón de los Santos

    Después de haber disparado varias pelotas de fuego contra las ventanas del palacio episcopal, este hombre enloquecido llegó a disparar una contra el propio Santo un día que se encontró con él en una calle de la ciudad; el obispo no resultó herido, pero el sacerdote que le acompañaba sí…

    Leer »

    historia0710-El heroísmo de un pobre esclavo

    El maestro se asombró de este extraordinario apego de Tom por su subordinado y quiso saber la razón de ello. Un día le preguntó: «¿Es este tu padre? – No, maestro, no es mi padre. – ¿Es un hermano mayor que tú? – No, no es mi hermano.»

    Leer »

    Ver también

    Señal de la Cruz

    En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre de Dios. Amén.

    Oración preparatoria

    ¡Oh Jesús! Vamos a caminar con Vos por el camino del calvario que fue tan doloroso para Vos. Háganos comprender la grandeza de Vuestros sufrimientos, toque nuestros corazones con tierna compasión al ver Vuestros tormentos, para aumentar en nosotros el arrepentimiento de nuestras faltas y el amor que deseamos tener por Vos.
    Dígnaos aplicarnos a todos los infinitos méritos de Vuestra Pasión, y en memoria de Vuestras penas, tened misericordia de las almas del Purgatorio, especialmente de las más abandonadas.

    Oh Divina María, Vos nos enseñasteis primero a hacer el Vía Crucis, obtenednos la gracia de seguir a Jesús con los sentimientos de Vuestro Corazón mientras Lo acompañabais en el camino del Calvario. Concédenos que podamos llorar con Vos, y que amemos a Vuestro divino Hijo como Vos. Pedimos esto en nombre de Su adorable Corazón. Amén.