Este artículo también está disponible en:
Français
Italiano
Las historias más bellas...
historia0106-Cristiano en secreto.
Jesucristo dice en el Evangelio: «Quien Me reconozca ante los hombres, Yo también lo reconoceré ante Mi Padre celestial; pero quien Me niegue ante los hombres, Yo también lo negaré ante Mi Padre celestial.»
historia0107-El Ángelus al comienzo de una representación teatral.
El que a su debido tiempo profesa su fe sin respeto humano se asemeja a un valiente guerrero: éste es condecorado, pero recibirá de Dios una recompensa infinita.
historia0108-Dos damas de la corte de la emperatriz de Japón.
No debemos discutir durante mucho tiempo con quienes se burlan de nosotros a causa de nuestra religión.
historia0109-Es imposible no creer en nada.
A menudo la valentía de la fe se encuentra al principio con burlas o problemas, pero tarde o temprano se gana la estima y el respeto incluso de los más malintencionados.
historia0110-Un tío de Estados Unidos que se hace pasar por indigente.
Si aquí en la tierra, donde Cristo no Se muestra en Su gloria, nos avergonzamos de pertenecer a Él y a Su Iglesia, nos despedirá con las manos vacías en el día del juicio.
historia0112-La muerte de Gobel, el obispo intruso de París.
El que apostata a veces cosecha lo contrario de lo que esperaba en esta vida. Perder la vida eterna, sin embargo, es la única desgracia irreparable.
historia0113-El emperador Constancio y sus oficiales cristianos.
El propio mundo desprecia a los que traicionan su religión.
historia0114-El niño obediente.
En apariencia, los mártires son derrotados porque perdieron la vida cuando podían haberla salvado pisoteando la ley de Dios; en realidad, son héroes y, por tanto, vencedores, que llevan con razón la palma del triunfo.
historia0115-Despojado de la prenda por el enemigo.
Perder la vida por Dios es entrar inmediatamente en el cielo; por eso la Iglesia nunca reza por los mártires.
historia0116-Constantino el Grande y el Lábaro.
También nosotros saldríamos victoriosos de nuestros enemigos si utilizáramos la señal de la cruz en momentos de peligro. La señal de la cruz es una fuente de bendición.
historia0117-La caza imperial.
Como el perro teme el látigo con el que ha sido castigado, así el demonio se aterroriza ante la imagen de la Cruz con la que ha sido derrotado.
historia0118-El pulgar incorruptible de Santa Edith.
La señal de la cruz es muy agradable a Dios, porque al hacerla se honra el misterio de la Redención, que es la mayor prueba del amor de Dios por los hombres.
historia0119-El astrónomo y el globo terráqueo.
La existencia de Dios se deduce de la existencia de las criaturas.
historia0120-El genio de Napoleón.
Qué cierta es la palabra del salmista: «Los cielos anuncian la gloria de Dios, y el firmamento la obra de Sus manos»
historia0121-La prueba de la existencia de Dios en el bolsillo.
De la armonía del cuerpo humano y de toda la naturaleza, debemos concluir que existe un Creador supremo.
historia0122-El aire, su gravedad; el calor; la gravitación.
Los ateos son como animales sin inteligencia. El ateo es básicamente peor que el bruto, pues este último se aferra a veces a su amo, mientras que el ateo reniega del suyo.
historia0123-La repentina muerte de un ateo en Baltimore.
En medio del peligro, no hay más ateos.
historia0124-El rey y el filósofo.
El recuerdo de la presencia de Dios hace que el hombre no tenga miedo.
historia0125-Un ladrón en un huerto.
El recuerdo de la presencia de Dios nos aleja del pecado, nos impide ofenderle y nos evita sus castigos.
historia0126-Consuelo por la pérdida de un hijo predilecto.
Dios siempre actúa para nuestro mayor bien. Todo lo que hace, lo hace por Su amor.
historia0127-Un viajero al que se le impidió partir hacia América.
A menudo, Dios nos envía pequeñas desgracias para evitarnos otras mayores. Pensemos en esto en nuestra desgracia.
historia0128-La bellota y la calabaza.
Dios ha ordenado sabiamente todos los seres de la creación: los inmensos cuerpos de las estrellas e incluso los seres infinitamente pequeños.
historia0129-Pájaros y ovejas.
Los más maravillosos descubrimientos de los hombres no pueden compararse con la más simple criatura de Dios. Además, el hombre, con todas sus orgullosas pretensiones, no crea nada, sólo puede descubrir y explotar.